Francisco pidió que no se discrimine ni aísle a los gitanos

Francisco pidió que no se discrimine ni aísle a los gitanos

En un encuentro con 7000 representantes de esa etnia de todo el mundo, el Papa hizo un llamamiento a la sociedad para que se eliminen de la convivencia todos los prejuicios. Pero también aconsejó a los romaníes que hagan todo de su parte para construir "lazos de fraternidad" e "integrarse en la sociedad".

El Papa Francisco se encontró ayer con unos 7000 gitanos provenientes de todo el mundo en el Aula Pablo VI del Vaticano, ocasión en la que pidió que terminen los prejuicios contra esa etnia, al tiempo que transmitió que "ninguno se tiene que sentir aislado, ninguno está autorizado a pisar la dignidad y los derechos de los otros".

El encuentro fue organizado por el Pontificio Consejo de los Migrantes e Itinerantes en ocasión del 50º aniversario de la considerada histórica visita de Pablo IV a un campo de gitanos en Pomezia, a las afueras de Roma.

Los asistentes vivieron con gran emoción la presencia del Papa, sobre el que se abalanzaron para saludarlo a su paso por el pasillo central, mientras que el Pontífice argentino pudo apreciar las canciones y bailes que pertenecen a las diferentes culturas del pueblo gitano. Francisco pronunció alguna palabra en romaní (O Del si tumentsa, "el Señor esté con ustedes").

Además, esta audiencia sirvió a Francisco para lanzar por una parte un llamamiento a la sociedad para que se eliminen de la convivencia todos los prejuicios que llevan a la discriminación y, por la otra, un consejo al pueblo gitano para que busque la integración sin renunciar a su cultura. "Ha llegado el tiempo de erradicar los prejuicios seculares, recíprocas desconfianzas que a menudo son las bases de la discriminación, del racismo y de la xenofobia", expresó Jorge Mario Bergoglio.

"Ninguno se tiene que sentir aislado, ninguno está autorizado a pisar la dignidad y los derechos de los otros; es el espíritu de la misericordia quien nos llama a luchar para que se garanticen todos estos valores", agregó el Pontífice.

Pero Francisco también implicó a los gitanos para que hagan todo de su parte para construir "lazos de fraternidad" e "integrarse en la sociedad", y les indicó que para ello deben evitar "todo lo que no es digno de este nombre, como la falsedad, el fraude y los enredos y las trifulcas". También afirmó que "es un derecho" de los niños ir a la escuela y pidió que "no les impidan ir a la escuela".

"No deis a los medios de comunicación y a la opinión pública ocasión para hablar mal de vosotros", les pidió el Papa, e instó "a una convivencia pacífica en la que las diferentes culturas y tradiciones preserven los respectivos valores en un comportamiento no de cierre y de contraposición sino de diálogo e integración".

Francisco se detuvo en su discurso en las "dificultades", como la falta de trabajo y las condiciones precarias de vida de muchos gitanos que ha conocido durante las visitas que realizó a algunas parroquias romanas en la periferia.

En otro encuentro de la jornada, con capellanes militares, el Papa dijo que "como cristianos estamos profundamente convencidos de que el objetivo último, el más digno de la persona y de la comunidad humana, es la abolición de la guerra".

"Debemos siempre comprometernos y construir puentes que unan y no muros que separan", sostuvo el Pontífice. 

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