Francisco: "Dios llora por la guerra mundial"

Francisco:

En su habitual homilía en el Vaticano, volvió a criticar con dureza a los traficantes de armas

ROMA.- "Dios llora por la guerra mundial que se vive hoy y que sólo deja muertos por todas partes", dijo Francisco durante la misa de ayer en el Vaticano, consagrada a los atentados que el viernes pasado sacudieron París.

"Por todas partes hay guerra hoy en día, hay odio (...) ¿Y qué queda? ¡Ruinas, quedan miles de chicos sin educación, tantas muertes de inocentes! Y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas", deploró el papa argentino durante la homilía en la residencia Santa Marta.

"¡Malditos!", lanzó contra los fabricantes de armas. "Aquellos que hacen la guerra son malditos, son delincuentes. Bienaventurados los operadores de paz", agregó Francisco, que ya criticó en otras ocasiones a los traficantes de armas.

El Papa mostró su angustia luego de los atentados jihadistas que el viernes pasado dejaron 129 muertos y más de 300 heridos en París. Los ataques fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), que amenazó con cometer más atentados contra intereses de Occidente.

"Pero también hoy -afirmó el Papa en la misa- Jesús llora porque preferimos el camino de las guerras, el camino del odio, el camino de la enemistad. Estamos cerca de Navidad: habrá luces, habrá fiestas, también árboles luminosos, también pesebres, todo falso: el mundo sigue haciendo la guerra. El mundo no comprendió el camino de la paz".

"Una guerra puede justificarse, entre comillas, por muchas razones, pero cuando todo el mundo, como ahora, está en guerra, una guerra mundial a pedazos, aquí y allá, y en todas partes, no hay justificación y entonces Dios llora", añadió Francisco.

"Nos haría bien pedir que se nos conceda la gracia de llorar por este mundo que no reconoce el camino hacia la paz. Llorar por aquel que vive para hacer la guerra y tiene el cinismo de decir que no la hace", afirmó el jefe de la Iglesia Católica.

Según la emisora Radio Vaticano, el de ayer se trató de uno de los sermones más duros que ha pronunciado Jorge Bergoglio desde que fue elegido papa, en marzo de 2013.

"En el umbral de este Jubileo de la Misericordia, que nuestro júbilo sea la gracia para que el mundo vuelva a encontrar la capacidad de llorar por sus crímenes", concluyó el Papa.

Agencias AP, ANSA y AFP

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