El papa Francisco bendijo ayer la imagen de la patrona de la República Argentina, Nuestra Señora de Luján, que desde hace años ocupa un lugar especial en el edificio de la embajada en Washington.

Francisco bendijo la imagen en la Nunciatura Apostólica, la sede del Vaticano, en el marco de su visita a la ciudad de Washington y a iniciativa de la representación argentina en la capital norteamericana, señaló la embajada a través de un comunicado.

La tradición cuenta que en 1630, cuando la imagen de la Virgen era llevada desde Buenos Aires a Santiago del Estero, la carreta se detuvo inexplicablemente a orillas del río Luján. De ese hecho, es que surge que la Virgen eligió el sitio de emplazamiento de su iglesia.

Transcurridos los tiempos coloniales, un 8 de mayo de 1887, fue coronada Nuestra Señora de Luján por el papa León XIII convirtiéndose en la virgen representativa de la feligresía católica argentina. 

La bendición de la imagen de Nuestra Señora de Luján por parte del sumo pontífice fue posible gracias a la colaboración de la Nunciatura Apostólica en Washington y prontamente volverá a ocupar su espacio en el edificio de la embajada argentina, ahora consagrada por el santo padre.