Francisco, ante la crisis de refugiados: "La peor acogida es confinarlos a un gueto, hay que integrarlos"

Francisco, ante la crisis de refugiados:

El Papa podría conceder a los lefebvrianos una prelatura personal, pero sólo si aceptan el Concilio

El papa Francisco criticó a las potencias occidentales por tratar de exportar su propio estilo de democracia a países como Irak y Libia sin respetar la cultura política local, en una entrevista diario católico francés La Croix.

Francisco también dijo que Europa debería integrar a los inmigrantes y alabó la elección de un alcalde musulmán en Londres como un ejemplo una política exitosa en la materia.

"Teniendo en cuenta al terrorismo islamista actual, deberíamos preguntarnos la forma en que se exporta un modelo de democracia muy occidental a países como Irak o Libia, donde había una estructura tribal fuerte", sostuvo el Papa.

"No podemos avanzar sin tener en cuenta esas culturas (...) Como dijo un libio hace poco «antes teníamos un Gadaffi, ahora tenemos 50»", agregó Francisco en referencia al líder libio Muammar Gadaffi, que fue derrocado y asesinado en 2011.

Francisco ataca con frecuencia lo que llama "colonialismo cultural", en el que los países occidentales tratan de imponer sus valores en países en desarrollo a cambio de ayuda financiera.

En tanto, el Papa alabó la elección este mes de Sadiq Khan como el primer alcalde musulmán de la capital inglesa. "En Londres, el nuevo alcalde tomó posesión en una catedral y probablemente será recibido por la reina. Esto muestra la importancia de que Europa recupere su capacidad de integración", destacó.

A la pregunta de si Europa puede "acoger a tantos migrantes", el Papa respondió: "Es una cuestión justa y responsable, porque no se pueden abrir las puertas de par en par de manera irracional".

En una visita el pasado 16 de abril a la isla griega de Lesbos, una puerta de entrada de migrantes en Europa, el papa Francisco volvió a Roma acompañado de 12 refugiados sirios, en un momento en que el 'viejo continente' hace frente a un profunda crisis migratoria que la divide políticamente.

"La cuestión de fondo es por qué hay tantos migrantes hoy", agregó.

"El problema inicial son las guerras en Oriente Medio y en África y el subdesarrollo del continente africano, que provoca hambre", destacó el papa Francisco, quien también subrayó "la cuestión de un sistema económico mundial sumido en la idolatría del dinero".

Respecto a los migrantes, "la peor acogida es confinarlos a un gueto, cuando, al contrario, hay que integrarlos", insistió.

"En Bruselas, los terroristas eran belgas, hijos de migrantes, pero venían de un gueto. En Londres, el nuevo alcalde [Sadiq Khan, hijo de migrantes paquistaníes y musulmán] prestó juramento en una catedral y será recibido sin duda por la reina. Esto muestra a Europa la importancia de recuperar su capacidad de integrar", destacó el papa Francisco.

Por otro lado, el Papa señaló que dar a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) el estatus de prelatura personal sería una posibilidad, pero dependerá de un acuerdo fundamental porque "el Concilio Vaticano II tiene su valor".

Durante la entrevista, el periodista preguntó al Santo Padre si "estaría dispuesto a darles un estatus de prelatura personal" a la FSSPX. "Sería una solución posible -respondió Francisco-, pero primero se necesita establecer con ellos un acuerdo fundamental. El Concilio Vaticano II tiene su valor. Se avanza lentamente, con paciencia".

Asimismo, se abordó el encuentro informal que el Pontífice tuvo el 1 de abril en el Vaticano con el Superior General de los lefebvristas, el obispo Bernard Fellay.

El Santo Padre recordó que siendo Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), tuvo encuentros con los lefebvristas. Recordó que sus miembros "se llaman a sí mismos católicos" y afirmó que Fellay "es un hombre con quien se puede hablar"; diferente al caso de Richard Williamson -obispo expulsado de la FSSPX en 2012- y otros que "se han radicalizado".

Francisco dijo que los lefebvristas "son católicos camino a la plena comunión".Además recordó que con ocasión del Año de la Misericordia sintió que "tenía que permitir que sus confesores perdonaran el pecado del aborto".

"Me dieron las gracias por este gesto", indicó el Papa, y recordó que Benedicto XVI había liberalizado la Misa según el rito tridentino. "En el diálogo bien, hemos hecho un buen trabajo", señaló.

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