La formación religiosa en colegios católicos no incide en el crecimiento de la fe de los alumnos

La formación religiosa en colegios católicos no incide en el crecimiento de la fe de los alumnos

Lo estableció una inédita encuesta realizada a más de 9.000 alumnos de escuelas de todo el país. Las opiniones recogidas llevan a concluir que la catequesis no acrecienta su religiosidad, pero tampoco la perjudica.

Sergio Rubin

En Argentina, estudiar en un colegio católico no acrecienta la fe del alumno, pero tampoco la perjudica. Aunque sólo seis de cada diez que va a un establecimiento de esa confesión religiosa se declara católico y el resto pertenece a otra religión o a ninguna. Esta es una de las principales conclusiones de una inédita encuesta sobre la formación religiosa que la Iglesia católica a través de sus diversas organizaciones educativas realizó a nivel nacional y que abarcó a más de nueve mil adolescentes de los últimos años de sus escuelas de nivel medio.

La encuesta arrojó que a seis de cada diez alumnos la escuela “poco” y “nada” les ayudó a crecer en su fe,  y también que a seis de cada diez la catequesis “poco” y “nada” les ayudó a crecer en su fe. Además, la mitad manifestó que sus catequistas no los ayudaron a crecer en su fe. “Lo religioso queda relegado a la vida privada, sin un registro subjetivo de lo institucional y su influencia en las creencias religiosas”, apunta el secretario ejecutivo de la comisión de Educación del Episcopado, el sacerdote Juan Manuel Ribeiro.

“Sin embargo -añade Ribeiro, que coordinó la encuesta en su calidad de sociólogo-, siete de cada diez dijeron que fue ‘buena’ o `muy buena’ la catequesis, lo que permite inferir que no existe una animadversión a la asignatura en sí, siendo considerado un espacio ‘bueno’ o ‘muy bueno’, inclusive con condimentos humanísticos que pueden ser valorados por los alumnos, pero que no tienen injerencia vital en su crecimiento en la fe”.

En ese sentido, señala que “muchas veces hemos hablado acerca del fracaso de la educación católica o también hemos oído que quienes asistieron a escuelas católicas o los jóvenes que terminan su trayectoria escolar en colegios católicos no tienen fe, pero la encuesta estaría evidenciando lo contrario: que la escuela católica no influiría negativamente en las creencias de los jóvenes, aunque tampoco lograría incidir positivamente”.

La encuesta fue realizada en el marco del proceso de renovación de los “Lineamientos curriculares para la catequesis en la escuela” publicados por la Comisión Episcopal de Catequesis en 1997 y participaron esa comisión, la Episcopal de Educación -representada por el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec)- y la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA).

A partir del sondeo del CONICET de 2019 que determinó que se mantiene alta la cantidad de padres que bautizaron o bautizarán a sus hijos -un  87,3%-, si bien con una muy leve disminución respecto del porcentaje de los bautizados, la encuesta arroja que cuatro de cada diez estudiantes asistieron al templo al menos alguna vez y dos de cada diez participaron de una  peregrinación o visita a un santuario.

Pareciera haber poca incidencia vital de las creencias religiosas. Cinco de cada diez estudiantes se consideran “poco religiosos” y casi la mitad de los estudiantes creen “bastante” y “mucho” en varias verdades de fe. Dios, Jesús, la Virgen María y en cuanto a la significatividad vital de la fe en Dios, la oración, Jesús, la Virgen María y los santos, los indicadores “poco” y “nada” tienen una gran relevancia.

El 65% afirma haber participado en actividades solidarias, con una fuerte prevalencia de Cáritas. Casi la mitad refieren que dichas actividades los ayudaron a crecer en su fe, pero sólo el 15% de los alumnos en el último año se confesó. En tanto que el 44% dice tener un referente religioso para su vida, siendo la persona de la abuela la que posee mayor incidencia, la madre y la familia en menor medida.

La práctica religiosa que más se lleva adelante es la oración personal, casi el 90% de los encuestados. La lectura de la Biblia pocas veces: el último año con casi un 30%. Y en cuanto a la vocación sacerdotal, ligeramente solo lo consideró el 10% de los encuestados, lo que implica un número importante teniendo en cuenta la ausencia de una cultura vocacional.

El padre Alejandro Puiggari, ex director del Instituto Superior de Catequesis (ISCA) y perito de la Comisión Episcopal de Catequesis, opina que “hay que ser sumamente prudente en el análisis, para evitar conclusiones apresuradas. Esta presentación es una invitación a seguir reflexionando y dialogando sobre estas realidades y otras que se viven en nuestros colegios”.

“Pero -destaca- esta primera encuesta nos ayuda a ver claramente la necesidad de una renovación, no solo de la catequesis escolar, sino también de toda la pastoral educativa de nuestras escuelas. Renovación que implicará seguir apostando a las comunidades educativas como lugar de encuentro y de diálogo, y anunciando, acompañando, ‘la vida como viene’”.

Cree, además, que esta renovación “nos obligará a replantearnos muchas cosas, entre ellas no reducir el anuncio del Evangelio a la clase de catequesis, sino que sea un contenido y espíritu trasversal que dialogue con toda la curricula escolar y trascienda el aula, para impregnar proyectos y espacios comunitarios incluso extraescolares”.

Señala que “debemos animarnos creativamente a vincular la fe con la persona de Cristo, haciendo experiencia viva de su amistad y asumiendo su proyecto que en mucho es contracultural. Y hacerlo no desde el repliegue institucional y eclesial, con nostalgias de tiempos pasados, sino con la audacia y certeza que Jesús está vivo”.

Y concluye: “El encuentro con Cristo y su mensaje nos congrega y nos hace protagonistas de un mundo capaz de vencer las nuevas pandemias que amenazan a este tiempo: la soledad, la orfandad de vínculos, la inequidad social… todos ellos signos de una cultura de muerte que amenaza la fraternidad e incluso nuestra casa común”.

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