“La familia como escuela de vida y expresión de amor” al centro de la reflexión en el Sínodo de los Obispos, así lo explica a Radio Vaticano el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo. La entrevista fue realizada por el jesuita Guillermo Ortiz.
“En primer lugar lo que tenemos que valorar, y que fue de alguna manera una intuición del Papa Francisco, es un sínodo sobre la familia. Esa es la primera buena noticia. En un mundo que hay tantos temas, problemas diversos, desde refugiados hasta problemas de guerras, poner a la familia como un tema central y hacer dos momentos del Sínodo significa que hay una gran sabiduría -yo diría- que saber que el centro de muchos problemas, a veces se nos olvida”.
“La Iglesia ha querido poner en la mesa principal de la reflexión la familia como escuela de vida, como expresión de amor, de vida, el lugar donde aprendemos las primeras relaciones fundantes de la vida, fraternidad, paternidad, filiación, donde se empieza a socializar el chico”.
“Como todo Sínodo tiene su camino, tres semanas, con tres capítulos, estamos en la última que son reflexiones más puntuales y que en eso puede haber diversidad, somos obispos de todo el mundo, por lo tanto es normal. Lo que yo tengo que rescatar -y no es para quedar bien con mis hermanos- es el clima de confianza, de libertad, de hablar sinceramente, a veces con posturas que pueden ser diversas, pero no en fracciones, puede ser si, que hay personas que piensan de una manera, pero creo que en esto el camino sinodal es caminar juntos, reflexionar y también saber que actúa en nosotros el Espíritu Santo…”.
“Por otra parte, el Sínodo no tiene que terminar con un documento, son proposiciones al Santo Padre para que él vea lo que la Iglesia hoy piensa acerca de la familia, los pastores, para que él con esos elementos pueda, si le parece conveniente, hacer una exhortación apostólica a toda la comunidad cristiana”.
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