El concluir el tercer libro de la Torá, recuerdo la oración tradicional que se recita al completar un tratado del Talmud. En él, agradecemos a Di-s por la gran oportunidad de esforzarnos en el estudio de la Torá. La oración contiene una línea que dice así: “Nosotros trabajamos y ellos trabajan. Nosotros trabajamos duro y recibimos recompensa, ellos trabajan duro y no reciben recompensa”.
La oración contrasta el estudio de la Torá con todas las demás formas de trabajo: mientras que el estudio de la Torá ofrece una compensación significativa, otros esfuerzos no lo hacen. ¿Es esto así? ¿No hay una compensación significativa en otros campos de trabajo? ¿En qué se diferencia el estudio de la Torá? La explicación radica en un examen cuidadoso de las palabras de la oración: “…trabajan y no reciben recom‐pensa.”
¿Por qué el autor de esta oración de acción de gracias eligió la palabra “trabajar” en lugar de “lograr”? La respuesta es que el estudio de la Torá tiene que ver con el esfuerzo y el “trabajo duro”, en contraste con otros esfuerzos o ciencias, donde el enfoque principal está en el logro y el producto final. El estudio de la Torá se trata principalmente de los medios, no tanto de los fines.
En otras áreas de la vida, ¿a quién le importa tu trabajo? Trabajar es solo un medio para un fin. No hay recompensa por el trabajo duro. De hecho, si pudiera realizar el mismo trabajo sin esforzarse, sería igual de bueno. No se da ninguna recompensa adicional por el trabajo duro. ¡Son principalmente los resultados los que cuentan! En el estudio de la Torá, sin embargo, es todo lo contrario.
Incluso si te esforzaras en el estudio de la Torá sin ningún resultado tangible, ¡eso en sí es digno de recompensa! La razón de esto es que, a diferencia de otras ciencias, el estudio de la Torá no se trata de acumular conocimiento. A diferencia de otros libros de autoayuda y manuales religiosos, la Torá no se trata solo de aprender a observar. El estudio de la Torá se trata principalmente de forjar una relación con Di‐s.
Cuando nos esforzamos en el estudio de la Torá y nos conectamos con la Fuente de la Sabiduría de Di‐s, estamos experimentando la unidad y forjando una relación con nuestro Di‐s, independientemente de si logramos dominar el tema que estamos estudiando.
La relación con Di‐s se experimenta principalmente mientras se trabaja y se estudia, no en los resultados o logros. Este pensamiento se repite en la porción de la Torá de esta semana, que nos dice: “Si andas en mis estatutos” (Levítico 26:3), explicado por Rashi como una referencia a “ocuparse en la Torá”.
Nuevamente, el énfasis aquí está en el esfuerzo y no tanto en los resultados. ¡Qué enfoque refrescante y contraste dramático con todas esas otras áreas, donde lo único que importa son tus resultados! Desde la perspectiva de la Torá, no nos importan tanto cuáles son tus calificaciones, o cuántos títulos y grados dominas en la vida.
¡Lo que más aprecia y valora Di‐s es el arduo trabajo y el esfuerzo que pones en tus estudios de Torá! La calidad y el esfuerzo durante el viaje del estudio de la Torá son mucho más importantes que el destino.
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