La Cuaresma y los misioneros de la Misericordia

El papa Francisco en su Bula “Misericordiae Vultus”, con la que convocó oficialmente el Jubileo de la Misericordia, anunció que durante la Cuaresma de este Año Santo enviará, personalmente, sacerdotes “Misioneros de la Misericordia”. El envío se realizará el Miércoles de Ceniza (10 febrero 2016), en una solemne celebración en la basílica de San Pedro, y serán enviados con la misión de ser físicamente símbolos de aquella Misericordia que la Iglesia está llamada a experimentar durante este año.

El papa describe a los sacerdotes Misioneros de la Misericordia en Misericordiae Vultus nº18: «Durante la Cuaresma de este Año Santo tengo la intención de enviar los Misioneros de la Misericordia. Serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, para que se haga evidente la amplitud de su mandato. Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge a cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo. (...) Todos entonces, sin excluir a nadie, están llamados a percibir el llamamiento a la misericordia. Los misioneros vivan este llamado conscientes de poder fijar la mirada sobre Jesús, “sumo sacerdote misericordioso y digno de fe” (Hb 2,17).

Como se ve, la función principal de estos sacerdotes misioneros es el sacramento de la reconciliación, que es el sacramento del perdón. En la bula Francisco destaca y puntualiza la autorización papal, para estos misioneros, de absolver también los pecados reservados a la sede apostólica. ¿De qué se trata esto? En su carta del 1 de septiembre de 2015, el papa Francisco explicó que una de estas autorizaciones tenía que ver con la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón. Cabe aclarar que en la actualidad los obispos, sin que sea necesaria la intercesión del papa, ya podían autorizarlo a petición de los sacerdotes, algo que era desconocido muchos fieles.

El papa Francisco en este Año Jubilar quiere llamar a la Iglesia a que reflexione de verdad sobre el tema de la misericordia, sin distraerse con las complejas cuestiones organizativas, que inevitablemente están vinculadas a un evento tan importante para la Iglesia. Considera que es una oportunidad importante para salir de sí misma e ir al encuentro de los hombres y mujeres para llevarles el anuncio de la esencia del Evangelio.  

En esta Cuaresma estamos invitados a vivir el perdón con mayor intensidad, no solo profundizando las parábolas de la misericordia o practicando las obras de misericordia, como nos menciona Francisco en Misericoridiae Vultus, sino también aprovechando esta gran MISIÓN de misericordia acercándonos al sacramento de la reconciliación y animando a otros a hacerlo. 

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