"Cuánto le hubiera gustado al Papa Francisco estar aquí"

Con esta frase el cardenal mexicano Norberto Rivera inauguró la primera parroquia fuera de México que lleva el nombre del santo indígena canonizado por San Juan Pablo II el 31 de julio de 2002.

Lejos había quedado el sonido de las escopetas y el humo de los gases lacrimógenos entremezclado con los gritos de los vecinos que trataban de mantener inútilmente la calma allá por el 13 de diciembre de 2010, cuando una feroz interna política puso al barrio en el centro de la escena. Ese día, Día de la Virgen de Guadalupe, Bergoglio habló –en medio del humo que quería meterse en la modesta capilla- del respeto a los "hermanos de nuestra América" y de la "construcción de la Patria Grande", o sea, habló de la unidad latinoamericana.

Superado el primer roce diplomático del Vaticano en la era Francisco(producido por la difusión de una nota privada en la que el Papa pide "evitar la mexicanización" del país), el cardenal Rivera participó de un hecho histórico para la iglesia latinoamericana. A minutos de haber terminado la ceremonia, acompañado del fervor popular y de las banderas de los 20 países de América Latina, compartió con minutouno.com sus impresiones:

- ¿Que siente estar en Argentina en este momento tan importante?

A mí me llena de agradecimiento y alegría por esta invitación que me viene del cardenal Poli pero viene también del Papa Francisco: el poder hacer presente aquí a Fray Juan de Zumárraga, que fue el primer obispo deMéxico. Por eso su servidor está aquí, cumpliendo esa misión que Francisco me encomendó, la de bendecir esta Iglesia.

- Iglesia que era un sueño. Bergoglio venía siempre, aún cuando era una carpa...

Por eso narraba en mi homilía cuanto le hubiera gustado a él estar aquí. Porque él conoció la gente reuniéndose en la carpa, luego cuando se reunían en un saloncito y sobre todo porque fue el primer arzobispo que –ni siquiera en México lo hicimos- de declarar a San Juan Diego el patrono de los floristas y de todos los que trabajan y cultivan las flores. Recuerdo que Francisco me dijo: "San Juan Diego es el que ha recibido las flores mas bellas y extraordinarias de la Virgen"

En un tramo de su homilía, Rivera pidió redoblar los esfuerzos para construir un mundo donde la fraternidad y la misericordia superen situaciones que se han vuelto cotidianas como la corrupción, la ambición, la crueldad, las adicciones y los asesinatos.

- Usted en su homilía habló de construir un mundo mejor. ¿Cómo se hace?

Las claves son muy sencillas. Nosotros muchas veces cambiamos los partidos (políticos), cambiamos las estructuras, cambiamos las leyes pero para que nuestro mundo cambie se necesita cambiar el corazón y cambiar cada uno de nosotros. Porque a veces decimos: "este gobierno...la prensa... todos andan mal" y creemos que nosotros andamos bien pero lo que necesitamos es reconocer que debemos cambiar.

Al despedirnos, me dió su bendición. "Que la Virgen de Guadalupe llene a la Argentina de esperanza para progresar y hacer una Patria mejor", dijo. Como Bergoglio, hizo un elíptico llamado a la unidad.

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