Coronavirus: una monja de clausura compartió consejos para sobrevivir al encierro

Coronavirus: una monja de clausura compartió consejos para sobrevivir al encierro

La cuarentena dictada para frenar el avance del coronavirus nos plantea nuevas reglas para vivir en el mundo, reglas marcadas por la incertidumbre de lo desconocido que nos dejan perplejos y angustiados. El desafío, entonces, es sobrevivir a las cuatro paredes que, por momentos, pueden asfixiarnos.

 

 

Quien buscó en los últimos días brindar su sabiduría respecto a esta situación fue una monja. María Teresa de los Ángeles, de las carmelitas descalzas de Cádiz, compartió diez consejos para atravesar lo mejor posible el confinamiento.

Desde el perfil de Facebook del convento, la hermana cuenta que el decálogo es su "pequeño granito de arena" y continúa diciendo: "Queremos ser un espacio de paz y de luz para todo. Os compartimos lo que para nosotras es nuestra experiencia de vivir siempre en el mismo sitio. La clausura también se aprende y se puede vivir como una escuela de libertad, interioridad y dominio propio. Quedaos en casa y vividlo con plenitud".

Tener actitud de libertad

María Teresa intenta, en primer lugar, dar vuelta el significado del encierro. "Es verdad que las autoridades nos obligan a estar en casa, tu libertad consiste en adherirte voluntariamente, sabiendo que es por un bien superior. Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí libremente.

Procurar conectarse con uno

La monja de clausura asegura que el interior del corazón es el espacio más amplio para expandirnos, el lugar por donde podemos andar con holgura. "Dale cabida a la creatividad, escucha tus propias inspiraciones y encuentra la belleza de la que eres capaz. Cuando te acostumbres a vivir en ti, ya no querrás salir".

Trabajar la paz interior

Haciendo alusión a la limitada variedad de opciones con las que contamos para entretenernos, María Teresa aconseja no dejarse llevar por el miedo, la tristeza o la apatía. " Cuando algún pensamiento no te haga bien, deséchalo. Procura inclinarte hacia todo aquello que te da paz y alegría. La armonía hay que currársela", asegura la carmelita.

Ser paciente

La clave de estos días es mantener una buena convivencia a pesar de la irritabilidad que nos puede generar tantos días de encierro. "Acepta y respeta las opiniones y sentimientos de los demás. Quítale importancia a las diferencias y potencia las cosas que unifican. El único terreno que realmente te pertenece era tú mismo: tus pensamientos, palabras y emociones, más que controlar, contrólate. Desdramatiza, vive y deja vivir ", sugiere María Teresa.

Llevar un horario

Puede ser flexible, pero la carmelita asegura que " nada podrá crearte una sensación tan grande de hastío como matar las horas. Descanso y ocupación no son antagónicos, aprovecha para descansar haciendo actividades que te relajen o que estimulen un buen ánimo. Matar el tiempo es matar la vida".

Apostar a la curiosidad

También lo decía Dorothy Parker: "El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada" . Aunque la carmelita quizás no recomiende a la gran escritora, María Teresa apunta hacia lo mismo. "Si te gusta la música, busca nuevos artistas y géneros. Si en el futuro quieres viajar piensa en algún país que quieras conocer y aprende sobre su cultura y tradiciones. Tenemos Internet para eso".

Evitar el exceso de información negativa

Y esto vale no solo para las noticias, sino para el tono de las conversaciones, para el tipo de películas que eligimos ver o para mantener el orden en casa. "Hay que ser selectivos con lo que recibimos desde afuera para evitar entrar en círculos viciosos que nos atrapen en la desesperación. Un buen remedio para canalizar la energía y relajarnos es bailar. Poned buena música y ríanse un rato bailando ", sugiere la hermana María Teresa.

Saber que no estamos solos

"El amor y cariño de tu gente siguen ahí aunque el contacto físico se haya distanciado", explica la carmelita. Aprovechando la oportunidad que nos da Internet, es un buen momento para vivir la comunicación a un nivel más profundo. "Deja que el diálogo haga crecer la confianza y las confidencias construyan complicidad. Escucha a los demás hasta que terminen y cuenta lo que siempre has querido contar."

Organizar ratos de silencio

Para no agobiarse también es necesario buscar momentos de silencio y soledad. "Nos cansamos del aceleramiento que tenemos encima. Aprovechemos esta oportunidad para meternos en un capullo como el gusano se convierte en mariposa. Reflexionad, pensad, meditad para discernir si estamos poniendo el acento en las cosas que importan". Por último, la carmelita invita a rezar a aquellos que así lo crean y lo sientan.

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