Ser judío en cualquier parte del mundo no es tarea fácil, ya seas hombre, mujer o niño, debido a que desde tiempos inmemoriales nos enfrentamos al señalamiento y escarnio generacional. Simplemente por cumplir la promesa que hace más de cinco milenios, asumimos con la Energía Suprema que conocemos como Hashem. El cual, pacto que si habitábamos esta tierra en su nombre, brilláramos como lo hacen las estrellas, siendo destellos de luz en medio de las noches oscuras.
De esta manera, cuando prendas la última candela de Hanukkah, enciende con ella la luz de tu propia alma y corazón, al dejarlos volar más allá del sol para reunirse con lo Uno y lo Otro que a la vez, son todos los demás y tú con ellos como reflejo de la fuerza infinita que llena a todo Ser humano.
Porque el transitar del Ser ahí por este mundo, es un aprender y dejar de aprender, llenándonos de asombro a cada momento, al permitir que nos envuelva el día y la noche de la inmensidad que habita en nuestro espíritu. Al colmar del soplo de vida la materia que ahora somos, resurgiendo como hacen las estrellas en el cielo que nos muestran el poder de la creación, al trasmutar la vida y la muerte en energía como lo hacen las Super Novas. Y donde esta, por un instante cierra y abre su existencia a un infinito Universo de nuevas Galaxias y Cometas en un continuo abrazo por sobre las tinieblas y el fuego.
Por ello, ten presente que solo reflejas una ínfima partícula de la luz que incluso habita dentro de un Hoyo negro. Porque el tejedor de sueños hila el flujo de la vida y no te limita en quién supuestamente debes ser o convertirte. Siendo el todo y la nada, el origen y el final, por sobre la oscuridad y el mal, el principio y la consumación, la omnipotencia y omnipresencia, el orden y el caos. Porque desde siempre, eres el amor y el perdón, el secreto de la transformación, el beso cálido y tenue que enciende el fuego del corazón.
Entonces, engancha tu espíritu lo más alto que puedas hacia los confines del espacio-tiempo y déjalo volar para que se maraville de lo que tus sueños pueden alcanzar, al tener fe en ti mismo, pero también en los demás. Y así, apreciar el regalo de estar aquí y ahora, escribiendo tu propia historia que es la misma que está contenida en cada partícula de la omnisciente memoria…
(Especial para el Diario Judío.com de México). 24/12/2022.
Hanukkah Sameaj!!!
Dedicado la Lisa que me dio una gran lección de Valentía y Coraje y a su Mamá una de Esperanza y Solidaridad, por sobre cualquier tempestad…
Muchas gracias amigas!!!
Sigan siendo Ángeles de Sonrisas y Abrazos…
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