¿Por qué se construyen alminares en las mezquitas?

¿Por qué se construyen alminares en las mezquitas?

La principal función de los alminares es el llamamiento a los musulmanes para acudir a la mezquita para las oraciones, que realizan cinco veces al día

Los alminares o minaretes son estructuras altas, generalmente en forma de torre, que acompañan a las mezquitas. Su función principal es permitir que el adhán, el llamado a la oración, se escuche desde la mayor distancia posible, guiando a los musulmanes hacia el lugar de culto.

¿Qué significa “alminar” o “minarete”?

La palabra minarete o alminar proviene del árabe «manāra», que significa “lugar de luz” o “torre iluminada”. En algunos contextos antiguos, estas torres también funcionaban como faros o señales visuales para orientar a los viajeros o navegantes, especialmente en ciudades costeras.

Por esta razón, algunos estudiosos lo han comparado con una “torre de luz” o un faro espiritual, no solo físico. Además de su utilidad práctica, su significado simbólico tiene un profundo valor religioso y arquitectónico.

La función religiosa del minarete

La función esencial del alminar es facilitar el llamado a la oración (adhán). Tradicionalmente, el almuédano subía físicamente a la cima del minarete para realizar el llamamiento cinco veces al día, asegurando que los fieles lo oyeran desde todas partes de la ciudad.

A mayor altura del minarete, más lejos llegaba la voz del almuédano, lo que hacía más efectiva la convocatoria a la oración. Aunque hoy en día se utilizan altavoces y tecnología moderna para este fin, los minaretes siguen construyéndose para conservar la estética tradicional y el carácter espiritual de las mezquitas.

¿Por qué algunas mezquitas antiguas no tenían minaretes?

En los primeros tiempos del Islam, las mezquitas eran simples y no contaban con minaretes. Por ejemplo, según un hadiz transmitido por Abu Dawud, se menciona:

“Mi casa era la más alta (en Medina) y Bilal pronunciaba el adhán desde ella. Cuando se completó la construcción de la mezquita, el adhán era pronunciado desde su tejado. Más tarde, él lo pronunciaba desde la cima de una colina”.

Esto demuestra que el uso de una estructura elevada para el adhán era común, aunque no existía una torre específicamente construida con ese propósito.

El origen histórico de los primeros minaretes

Según diversas fuentes, los primeros minaretes como estructuras independientes fueron construidos en la mezquita de Amr ibn al-As en Fustat (actual El Cairo), bajo la dirección del gobernador Maslama ibn Mukhallad alrededor del año 673. Se construyeron cuatro torres en las esquinas de la mezquita, marcando el inicio de una arquitectura que luego se extendió por el mundo islámico.

El primer almuédano que recitó el adhán desde uno de estos minaretes fue Shurahbil ibn Amr, lo que consolidó esta práctica como parte integral del paisaje urbano islámico.

Valor arquitectónico y simbólico de los minaretes

Además de su función práctica, los minaretes son una parte esencial del diseño arquitectónico islámico. Representan un símbolo de presencia islámica en el entorno urbano y muchas veces reflejan el estilo artístico y cultural de la región en que fueron construidos.

Desde el minarete de la Mezquita Koutoubia en Marruecos hasta los estilizados minaretes otomanos de Estambul, cada uno cuenta una historia distinta, pero todos tienen en común su propósito espiritual: invitar a la oración y recordar la centralidad de Dios en la vida diaria del musulmán.

Reflexión final sobre los minaretes

Aunque la tecnología ha cambiado la forma en que se realiza el llamado a la oración, el alminar sigue siendo una parte esencial de la mezquita. No solo cumple una función religiosa, sino que también encarna un mensaje visual de fe, orientación y comunidad. Su significado como “torre de luz” continúa iluminando las ciudades del mundo islámico.

Y Allah sabe más.

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