El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Cardenal Fernando Filoni, afirmó que en la República Centroafricana quien protegió al Santo Padre fue “un ‘cinturón’ de gente muy pobre, que corría continuamente alrededor del coche papal, sin dejar ni un minuto solo al Papa, y así le han defendido de cualquier posible peligro”.
Así lo indicó el Purpurado tras la visita papal a Kenia, Uganda y la República Centroafricana que culminó el 30 de noviembre. El Cardenal hizo estas afirmaciones ante la asamblea plenaria de la congregación que preside, reunidos en Roma.
Según señala la agencia vaticana Fides, el Purpurado italiano dijo en un discurso improvisado que “en lo que se refiere a la seguridad, mi experiencia es la siguiente: es cierto que estaban presentes las fuerzas de paz de la ONU, la gendarmería local, las fuerzas de seguridad; pero los que realmente han protegido la visita del Papa, y no han permitido a ninguna amenaza el tomar forma, han sido el entusiasmo y el cariño de las personas que han rodeado al Papa desde el aterrizaje hasta la partida”.
Sobre el paso de Francisco en la República Centroafricana, el Prefecto contó que “aterrizamos en el aeropuerto, pero antes de aterrizar ya se veía la destrucción de las casas quemadas por los alrededores de Bangui”.
“Decenas de miles de refugiados que corrían hacia la pista, porque todo el aeropuerto está rodeado de campos de refugiados, y sólo estaban las fuerzas de paz para garantizar que la pista estuviese libre”, contó.
“Todo el mundo decía que la República Centroafricana era una etapa difícil, de hecho, había recomendado no realizarla”, resaltó el Cardenal, “pero la determinación del Papa ha tenido razón sobre las muchas preocupaciones humanas y políticas”.
Para el Purpurado, un gesto “proféticamente importante también desde el punto de vista eclesiológico ha sido la apertura de la Puerta Santa en Bangui, en un país que ha estado y sigue estando sacudido por una violencia sin precedentes”, en el centro de un continente “que sufre por las muchas guerras, guerrillas, corrupción y robo, peor que también es joven en la fe y en el entusiasmo”.
Tras recordar que, con la apertura de la Puerta Santa, Bangui “se ha convertido por un día en la capital espiritual del mundo”, el Cardenal indicó que el viaje ha sido agotador pero muy alentador.
“El Papa siempre repite que la oración de los pobres es la que más lo sostiene en su ministerio. También en África decía: rezad por mí, para que pueda ser un buen sacerdote y un buen obispo, y así pueda cumplir mi ministerio pastoral, como el Señor quiere”, concluye.
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