Cardenal Rivera no encubrió abusos de sacerdotes, reitera Arquidiócesis de México

Cardenal Rivera no encubrió abusos de sacerdotes, reitera Arquidiócesis de México

El semanario Desde la Fe de la Arquidiócesis de México reiteró que el Cardenal Norberto Rivera Carrera no encubrió los abusos de un grupo de presbíteros como han denunciado recientemente dos exsacerdotes.

En un artículo titulado “Acusaciones de odio contra el Sr. Cardenal”, Desde la Fe recuerda que el 2 de junio, en vísperas de la renuncia como Arzobispo de México que el Cardenal Rivera Carrera presentó al Papa Francisco por haber llegado al límite de edad de 75 años que establece el derecho canónico, los “exsacerdotes Alberto Athié y José Barba acudieron a la Procuraduría General de la República (PGR) para interponer una denuncia en su contra”.

Lo hicieron con una conferencia de prensa para “obtener un mero efecto mediático y dañar la imagen del Arzobispo de México, pues no existen pruebas que den soporte legal a su acusación en el sentido de que el Cardenal protegió a 15 sacerdotes que, según ellos, incurrieron en el delito de pederastia”.

Desde la Fe precisa que “la información que ambos sacerdotes manejaron ante los medios de comunicación es falsa, y tiene su origen en un odio personal que Alberto Athié tiene en contra del Cardenal Rivera Carrera, mismo que le ha llevado a realizar actos desesperados de venganza, sin importarle caer en absurdos”.

 

El semanario explica que los exsacerdotes aseguran que el Cardenal Rivera encubrió “a 15 sacerdotes pederastas. Esta información la desprenden de una reunión que el Arzobispo de México tuvo el año pasado con periodistas de diversos medios de comunicación, en la que señaló que durante su gestión al frente de la Arquidiócesis había sancionado a 15 sacerdotes”.

Sin embargo, explica la Arquidiócesis, “no todos tenían que ver con el delito de pederastia, sino con otros actos ilícitos –según el Derecho Canónico– que no necesariamente son compatibles con los delitos considerados por Derecho Civil, lo cual Alberto Athié y su compañero de engaños omiten señalar”.

Entre esos 15 “hay, en efecto, acusados por el delito de pederastia; sin embargo, el Cardenal Norberto Rivera Carrera envió esos casos a Roma, donde se les llevó a cabo un juicio, y el Santo Padre determinó su expulsión”.

“Eso –precisa el semanario– no es encubrimiento; encubrirlos habría sido no tomar ninguna acción contra ellos, cambiarlos de parroquia, ocultar los hechos o darle largas a la familia, pero nada de eso ocurrió. El Sr. Cardenal actuó de forma debida, según la ley canónica”.

“Ambos exsacerdotes, ignorando la ley o soslayándola con toda mala intención, afirman que el Cardenal Rivera Carrera debió haber denunciado ante la ley civil a dichos sacerdotes retirados de su ministerio por el Sumo Pontífice”.

Sin embargo, explica el semanario, “la mayoría de estos ex ministros cometieron dichos ilícitos antes del 2010, año en que se llevó a cabo la reforma al Código Penal Federal que obliga a personas o instituciones a dar parte a la autoridad en caso de tener conocimiento de un abuso contra un menor; antes de esta reforma, no se tenía esta obligación”.

Desde la Fe explica que “se ha registrado un caso posterior a esta ley, mismo que en su momento fue denunciado ante la autoridad; es decir, que el Cardenal Rivera Carrera ha actuado conforme a las leyes canónicas y civiles”.

 

“A partir de la reforma de 2010 al Código Penal Federal, el Arzobispo de México estableció una forma de actuar en la Arquidiócesis respecto al procedimiento en caso de detectarse un acto de pederastia: frente a la ejecución de un delito tan deleznable como es el abuso a un menor, lo primero que los afectados deben hacer es acudir ante la autoridad civil; y enseguida, con el acta de denuncia, la persona puede acudir ante él para escuchar sus argumentos y emprender el proceso canónico”.

“Alberto Athié y su compañero de ardides presentaron la denuncia ante la PGR en un momento coyuntural, buscando que el Santo Padre aceptara inmediatamente la renuncia como Arzobispo de México”.

Sin embargo, concluye el texto, “en Roma están bien informados sobre la manera en que se han venido manejando este tipo de casos, por lo que se puede decir que es una estrategia fallida”.

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