La brecha entre los fieles y la prédica

La brecha entre los fieles y la prédica

Casi 300 representantes de la Iglesia debatirán durante tres semanas las posiciones conservadoras y las reformistas, y las actitudes de los católicos en diferentes partes del mundo.

Por Alvise Armellini

Altos dignatarios católicos de todo el mundo iniciaron ayer un encuentro de tres semanas en el Vaticano para abordar una cuestión central: cómo cerrar la brecha entre lo que la Iglesia predica sobre la familia y lo que sus fieles realmente cumplen.

El encuentro que durará hasta el 25 de octubre, conocido como Sínodo de la Familia, reúne a casi 300 cardenales, obispos y sacerdotes que podrían llevar a la Iglesia a adoptar una posición menos dura frente a divorciados y homosexuales, o no, pues en el seno de la Iglesia existe una profunda división sobre cómo encarar estos temas.

Bajo el pontificado de Francisco, el Vaticano no cambió su posición sobre la familia, pero tiende a no enfrentarse y condenar a las personas que se apartan de su doctrina, en tanto que el Papa promovió una discusión especialmente abierta de cómo hacer más inclusiva a la Iglesia. Este tipo de esfuerzos generan enfado entre los conservadores, que no creen que se puedan cuestionar los dogmas fundamentales.

Sin embargo, los líderes católicos están bajo presión para actuar debido a la gran cantidad de fieles en continentes como Europa y América para los que es cada vez más difícil cumplir las prohibiciones de la Iglesia en lo que respecta al aborto, el uso de anticonceptivos, el sexo antes del matrimonio, el divorcio y las relaciones homosexuales. Por el contrario, los creyentes son mucho más conservadores en África y Asia, donde la Iglesia está en expansión, por lo que no hay un consenso global sobre las reformas necesarias entre las bases ni en la jerarquía.

El año pasado, una encuesta hecha por el canal Univision mostró que el 94% de los católicos franceses se oponía a una prohibición sin matices del aborto, frente al 27% de los filipinos. El matrimonio gay fue apoyado por el 64% de los católicos españoles, frente al 1% de los ugandeses.

Un primer sínodo sobre el tema hecho en octubre de 2014 mostró a los obispos profundamente divididos sobre temas como los divorciados vueltos a casar y los homosexuales, en medio de las propuestas de abandonar la prohibición de la comunión a quieres hayan entablado una nueva relación tras la ruptura de su matrimonio.

Los cardenales conservadores Raymond Burke, de EE UU, y Carlo Caffarra, de Italia, también defienden el statu quo. "Queridos (participantes del sínodo) ¡los instamos a generar una reafirmación integral de la tradición católica!", señalaron.

En el otro extremo, la Iglesia católica alemana lidera los llamados a la reforma. "Hay que encontrar un camino para los creyentes que se han vuelto a casar tras el divorcio civil para que vivan en y contribuyan a la Iglesia", señalaron los obispos germanos la semana pasada.

También los homosexuales exigen un mayor reconocimiento. "Hoy en día, las opciones que nos ofrecen son: vivan escondidos o salgan a la luz discretamente y vivan en celibato. Si el sínodo no aporta nada nuevo, estaré muy decepcionado", señaló a dpa Andrea Rubera, presidente de la asociación gay católica Nuova Proposta. 

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