En Bolivia, el Papa respaldó a Morales y pidió por la libertad

En Bolivia, el Papa respaldó a Morales y pidió por la libertad

El país "está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores", dijo Francisco; también habló de la necesidad de que los medios, las ONG y los intelectuales se desarrollen en un ámbito libre

Por Elisabetta Piqué  

LA PAZ.- Superó el "soroche" y probablemente masticó las hojas de coca que le regaló Evo Morales no bien bajó del avión, cuando le colgó del cuello un tradicional "chuspa" (colorida bolsita de tejidos indígena).

Más allá de haber logrado evitar el apunamiento, en su breve escala en la ciudad más alta del mundo y primera etapa de su visita de dos días y medio a Bolivia, Francisco le dio un fuerte respaldo al presidente Evo Morales, que luego matizó con un llamado a la "libertad", en un país en el que los medios independientes acusan al gobierno de haberlos asfixiado .

Primero lo abrazó en forma cálida cuando éste lo recibió a los pies de la escalerilla del avión de Boliviana de Aviación que lo trajo hasta aquí tras tres horas de vuelo desde Ecuador, primera parada de su visita a América del Sur. También elogió sus políticas y dejó en claro su sintonía con el primer presidente indígena del país.

"Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del país", dijo Francisco, que además alabó la Constitución aprobada en 2009, "que reconoce los derechos de los individuos, de las minorías, del medio ambiente y con unas instituciones sensibles a estas realidades".

Lo hizo en una ceremonia de bienvenida marcada por el entusiasmo de miles de indígenas vestidos en sus trajes tradicionales, música andina y un panorama sobrecogedor: el altiplano andino y la cima nevada del cerro Illimani en el fondo.

"¡Francisco, amigo, Bolivia está contigo!", gritaban los presentes. Típicas cholas bolivianas agitaban banderas del Vaticano y pobladores de la paupérrima ciudad de El Alto, que rodea el aeropuerto, lo saludaban levantando la imagen de la Virgen Negra de Copacabana, patrona de Bolivia.

"¡Qué hermosos son los países que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo!", subrayó el Papa en un discurso que pronunció más tarde ante autoridades civiles en la catedral de La Paz.

Pese al frío, llego hasta allí en papamóvil atravesando una ciudad de fiesta por la presencia del "papa de los pobres", como decían pancartas de bienvenida. Por las bajas temperaturas, Francisco se puso su sobretodo blanco y un poncho blanco.

En ese mismo discurso, llamó a no confundir bien común con cierto tipo de bienestar y fustigó la corrupción. "El bienestar que se refiere sólo a la abundancia material tiende a ser egoísta, a defender los intereses de parte. Así entendido, en vez de ayudar, incuba posibles conflictos y disgregación social; genera el mal de la corrupción que cuánto desalienta y tanto mal hace", dijo.

Y al destacar que los diferentes agentes sociales tienen la responsabilidad de contribuir a la construcción de la unidad y el desarrollo de la sociedad, aseguró que "la libertad siempre es el mejor ámbito para que los pensadores, las asociaciones ciudadanas, los medios de comunicación desarrollen su función, con pasión y creatividad, al servicio del bien común".

En una clara alusión al diferendo que Bolivia mantiene con Chile por una salida al mar, llamó "al desarrollo de la diplomacia con los países del entorno, que evite los conflictos entre hermanos y contribuya al diálogo. Estoy pensando acá en el mar, el diálogo es indispensable", dijo.

"Hay que construir puentes en vez de levantar muros. Todos los temas, por más espinosos que sean, tienen soluciones compartidas, razonables, equitativas y duraderas. Y, en todo caso, nunca han de ser motivo de agresividad, rencor o enemistad, que agravan más la situación y hacen más difícil su resolución", agregó.

El conflicto con Chile por una salida al mar es una tema de alta sensibilidad entre la opinión pública local, que se encuentra ante el Tribunal Internacional de La Haya. Muchos especulan sobre una eventual mediación papal.

En un discurso en el que tuteó y llamó al Papa "hermano", Morales también habló del conflicto con Chile. "Bienvenido a una parte de la Patria Grande a la que se le ha mutilado su acceso al mar mediante una invasión", le dijo. Antes, lo elogió al asegurar que si bien en el pasado "la Iglesia fue utilizada para la opresión", ahora las cosas cambiaron drásticamente".

En su visita relámpago a esta fascinante ciudad en la que estuvo en su juventud, el Pontífice, que una vez más llamó a incluir a los marginados, apareció feliz, sonriente y en buena forma.

"¡Que salga al balcón!", coreaba la multitud cuando visitó el Palacio Presidencial. Entonces, no sólo saludó autoridades, sino que se reunió con Morales, que sorprendió al Papa con un regalo peculiar: una cruz insertada en una escultura de una hoz y un martillo, todo un símbolo. Antes de volver a subir al avión para volar a Santa Cruz de la Sierra, y bajar a una altitud menos peligrosa para la salud, Francisco también tuvo tiempo para bendecir el sitio donde fue asesinado, en 1980, en plena dictadura militar, Luis Espinal, misionero jesuita español. Conmovido, dijo: "El padre Espinal fue víctima de gente que no quería que se luchara por la libertad de Bolivia. Predicó el Evangelio y el Evangelio molestó. Por eso lo eliminaron"..

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