Benedicto XVI, la pandemia y la primera Navidad sin su hermano

Benedicto XVI, la pandemia y la primera Navidad sin su hermano

El obispo Georg Gänswein cuenta cómo el Papa emérito, que fue vacunado en la mañana del jueves 14 de enero, está viviendo este difícil momento

 

La de Benedicto XVI fue la primera Navidad vivida sin su hermano Georg, aunque su presencia se sintió de alguna manera. Así lo h declarado para Vatican News el Obispo Georg Gänswein, Prefecto de la Casa Papal y secretario particular del Papa emérito, el día en que Joseph Ratzinger fue vacunado en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano.

"El hermano de Benedicto XVI, durante estas fiestas navideñas - las primeras después de su muerte - se hizo sentir de alguna manera: de hecho escuchamos varias veces los CD, no sólo el Oratorio de Navidad de Bach, sino también los de los conciertos con villancicos interpretados por el Regensburger Domspatzen, el coro que dirigió Georg Ratzinger". El secretario del Papa emérito añade: "Esta ausencia para Benedicto es una herida, que ha causado dolor durante estas fiestas, pero también me dijo que sintió el consuelo del Señor, en la certeza de que su hermano vive ahora en su abrazo".

Monseñor Gänswein también cuenta cómo se vive esta época de pandemia en el monasterio Mater Ecclesiae. "La organización diaria no ha cambiado mucho, el ritmo de los días se ha mantenido igual, aunque las visitas se han reducido mucho. Benedicto XVI sigue las noticias que nos llegan a través de la televisión y comparte nuestra preocupación por la pandemia, por lo que está sucediendo en el mundo, por las muchas personas que están perdiendo sus vidas a causa del virus. Ha habido personas conocidas por él que han muerto a causa del Covid-19".

Por último, el secretario de Benedicto XVI, tras la publicación de las imágenes relativas a su encuentro con el Papa Francisco y los nuevos cardenales el pasado noviembre, confirma que Ratzinger es físicamente frágil pero lúcido. "Desde el punto de vista físico, es muy frágil y sólo puede caminar un poco con un andador. Su voz también es débil. Los tiempos dedicados al descanso han aumentado, pero seguimos saliendo todas las tardes, a pesar del frío, a los jardines del Vaticano. Todos los días celebro la misa y él concelebra sentado. Para la oración diaria le hemos preparado textos ampliados para que pueda seguir mejor la Liturgia de las Horas, y seguimos comiendo todos juntos como siempre lo hemos hecho".

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