Arrancó: el nuevo Arzobispo de La Plata refuerza la "animación misionera” y crea un “santuario popular”

Arrancó: el nuevo Arzobispo de La Plata refuerza la

Recién regresado de Roma, Víctor "Tucho" Fernández puso primera para cambiarle el perfil a la curia platense, adormecida tras casi dos décadas de Aguer. El actual director de Caritas será “formador de filósofos” en el Seminario Mayor San José.

Cómo lo había prometido, recién llegado de Roma, donde mantuvo una entrevista con el Papa Francisco, el nuevo Arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Fernández, puso manos a la obra para comenzar a cambiarle el perfil a la arquidiócesis tras casi de dos décadas del conservador Héctor Aguer. Así fue que, en su primera serie de decisiones y resoluciones, propone darle a la curia platense “impronta juvenil” y espacios “populares” y de “animación misionera”.

Según se comunicó de manera oficial, “Tucho” –como le dicen desde su Córdoba natal- resolvió crear, “en la Basílica de San Ponciano, el “Santuario de María y todos los santos”. Se trata de una instancia de “gestión comunitaria” que tendrá como objetivo “desarrollar un santuario popular, juvenil y universitario que se convierta en un espacio de acogida pastoral abierto a todos”.

En tanto, el prelado designó a Sebastián Stelman como “director de animación misionera de la Arquidiócesis”, con el mandato expreso de “organizar un equipo arquidiocesano de animación misionera integrado por sacerdotes, religiosos/as y laicos/as”.

“Este equipo coordinará la actividad de los grupos o equipos misioneros ya existentes y ante todo colaborará en la animación de la dimensión misionera de las parroquias y demás estructuras pastorales de la Arquidiócesis”, explica la misiva.

Además, Fernández decidió ubicar al padre Andrés Rambeaud, y actual titular de la filiar platense de Caritas, como formador de los filósofos en el Seminario Mayor San José. Todos asumirán sus funciones en la primera quincena de agosto.

Algunas de estas decisiones se concretarán el próximo 14 de julio, fecha en la cual Fernández eligió para que le sea impuesto el Palio Arzobispal. Si bien recibió ese símbolo del propio Francisco, será el Nuncio Apostólico, Monseñor León Kalenga Badikebele, quién se lo pondrá en su nuevo destino, como mensaje a los fieles a su flamante comunidad.

En su asunción, el sábado 16 de mayo, Fernández había adelantado que quería “una Iglesia de salida y no de escritorio”. En ese marco, había prometido usar sus fines de semana para “visitar a todas las parroquias”, en una práctica que asegura será “permanente”. Días antes de tomar el mando, también había dicho que iba buscar estar “en medio del pueblo” y practicar “en serio, no como slogan” la propuesta de Bergoglio plasmada en “La alegría del Evangelio”.

El Palio Arzobispal

El Palio Arzobispal, es otro de los ornamentos, junto con la Mitra y el Báculo, que poseen los arzobispos. Es confeccionado con una banda de lana de unos seis centímetros de ancho, de forma circular, y que se sitúa sobre los hombros del purpurado.

Cuenta además con dos tiras de lana del mismo grosor y cada una de ellas tiene un largo de aproximadamente 36 centímetros, descansando una de ellas sobre el pecho del prelado y otra sobre su espalda. Ambas tiras cuentan con una placa de plomo forrada con seda negra.

La lana con la que se confeccionan los palios es tomada de dos corderos de pocos meses de nacidos que se crían en el monasterio de Tre Fontane, lugar donde fue martirizado San Pablo. El simbolismo más fuerte es el obispo "Buen Pastor", que lleva en hombros a la oveja. Por su parte, este elemento está adornado con seis cruces bordadas en seda negra, que recuerdan las diócesis suburbicarias de Roma de las cuales el Papa es el metropolitano.

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