El Papa Francisco aterrizará a cuatro mil metros de altura y estará en La Paz solo cuatro horas, para evitar las consecuencias del “soroche”.
por Luis Badilla
Según las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal Boliviana, el miércoles 8 de julio el Papa Francisco estará en La Paz solo cuatro horas por recomendación de los médicos. Ese día el Santo Padre llegará al Aeropuerto Internacional de El Alto a las 16.15, hora local (20.15 GMT) proveniente de Quito, capital de Ecuador. El Alto se encuentra a 4.100 metros de altura. Inmediatamente después el Papa descenderá hasta La Paz, a 20 kilómetros aproximadamente y 3.600 metros sobre el nivel del mar.En ese trayecto Francisco hará una escala y se recogerá en silencio y oración en la plazoleta que recuerda el asesinato del jesuita español Luis Espinal y por último llegará a la sede de la Nunciatura.
Los actos previstos son solamente dos: una visita protocolar al Presidente Evo Morales en el Palacio “Quemado” y un encuentro con los religiosos en la Catedral metropolitana. Cuatro horas después, el Santo Padre viajará a Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más populosa de Bolivia (llegada prevista a las 21.30, hora local -01.30 GMT- del jueves 8 de julio) donde están programadas diversas actividades: una celebración eucarística, un encuentro con los jóvenes, otro con los representantes de los pueblos aborígenes y de los movimientos sociales y una visita a la cárcel de Palmasola. El viernes 10 de julio a las 14.30 hora local (18:30 GMT) el Pontífice se transferirá a la capital de Paraguay, Asunción, tercera y última etapa del viaje.
El “soroche” o mal de altura , llamado en la región andina con diversos nombres –apunamiento, yeyo o mal de páramo- es un malestar que afecta a las personas no habituadas a vivir en alturas superiores a los 2400-2500 metros. Es una situación que puede tener consecuencias incluso delicadas, debido a las reacciones fisiológicas que provoca la dificultad del organismo para adaptarse a la escasez de oxígeno.
Es sabido que a mayor altura disminuye la presión atmosférica y en consecuencia también la presión del oxígeno, lo que produce Hypoxia (menor cantidad de oxígeno en la sangre). Algunos síntomas son dolor de cabeza, somnolencia, cansancio y falta de apetito.
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