A 34 años de su muerte, recordaron el papel del cardenal Antonio Samoré en la firma del Tratado de Paz y Amistad

A 34 años de su muerte, recordaron el papel del cardenal Antonio Samoré en la firma del Tratado de Paz y Amistad

Se realizó una misa en Roma en su honor por su destacada mediación pontificia que la Argentina y Chile en 1984

 

Por Elisabetta Piqué

 Con una misa solemne en la Iglesia Nacional Argentina en Roma, María Santísima de los Dolores, fue recordado hoy el 34 aniversario del fallecimiento del cardenal Antonio Samoré, figura clave en la mediación pontificia que llevó a la firma del Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile en 1984.

Organizada por las embajadas de la Argentina y Chile ante la Santa Sede, la misa fue presidida por el arzobispo británico Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, es decir, el "canciller" de Francisco.

En su sermón, pronunciado en perfecto español, monseñor Gallagher elogió la figura del cardenal Samoré, "un gran eclesiástico y pastor de los tiempos modernos" y su rol clave en la mediación emprendida por san Juan Pablo II para evitar una guerra fratricida entre la Argentina y Chile, a fines de 1978. "Su figura está inseparablemente ligada a su labor de mediación en el contencioso que vio implicados los dos países por la soberanía de las islas del canal de Beagle y del espacio marítimo adyacente", dijo Gallagher. Lo escuchaban en primera fila el embajador argentino ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter y su par chileno, Mariano Fernández.

"Con espíritu de abnegada dedicación, el cardenal Samoré consagró sus últimos cinco años de vida (1979-1983) a la causa de la paz y amistad entre Chile y Argentina", agregó, al recordar que el mediador murió antes de que se firmara, el 29 de noviembre de 1984, en el Vaticano , el Tratado de Paz y Amistad.

"Aún hoy, el Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile puede ser considerado como un modelo para proponer para resolver pacíficamente controversias entre países, pues representa un significativo ejemplo de firme y decidida voluntad de hacer prevalecer la luz de la razón sobre la bárbara elección de la violencia y de la guerra como instrumentos para resolver conflictos", también destacó Gallagher, citando palabras de Benedicto XVI, papa emérito, en el vigésimo quinto aniversario de la firma de dicho tratado, en noviembre de 2009.

Participaron a la celebración diversos representantes de la Santa Sede: monseñor Claudio Maria Celli, presidente emérito del pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, recientemente enviado especial del Papa a Venezuela; el nuevo funcionario encargado de llevar los temas relacionados a la Argentina de la Secretaría de Estado, monseñor Ignazio Ceffalia, el secretario privado de Francisco, monseñor Fabián Pedacchio y monseñor Guillermo Karcher, del protocolo de la Santa Sede.

Además, entre varios representantes del cuerpo diplomático, estuvieron presentes el nuevo vicario general del Opus Dei, el sacerdote argentino Mariano Fazio, Silvia Correale, postuladora de la Congregación para las Causas de los Santos, y religiosos y religiosas argentinos y chilenos presentes en Roma.

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