Más acuerdo que rechazo por los cambios sobre aborto y nulidad

Más acuerdo que rechazo por los cambios sobre aborto y nulidad

Para O'Malley, las últimas iniciativas del Papa sobre la familia son bien vistas en su país

ROMA (De nuestra corresponsal).- Durante la entrevista con LA NACION, el cardenal Sean O'Malley, arzobispo de Boston, habló de la conferencia episcopal de su país, que con 457 obispos es la segunda entre las más grandes del mundo, después de la brasileña. Aunque admitió la existencia de un núcleo conservador en desacuerdo, afirmó que la gran mayoría de los obispos está a favor de las últimas dos iniciativas renovadoras del Papa, que pidió a los sacerdotes el perdón a las mujeres que cometieron aborto y decidió agilizar las normas para la nulidad matrimonial.

-Francisco va a encontrar una Iglesia muy polarizada, también entre los obispos. Los sectores más conservadores no ocultan que les gustaría un papa que levantara la voz contra el aborto, contra los matrimonios homosexuales... A algunos no les gustó nada la carta en la que pidió a los sacerdotes perdonar a las mujeres que abortaron si están arrepentidas, durante el Jubileo de la Misericordia, como tampoco la decisión de agilizar los procesos de nulidad matrimonial...

-Yo diría que la gran mayoría estaría muy a favor de esas dos iniciativas.

-¿Es un núcleo duro minoritario el que se opone entonces?

-Sí. Todos vemos esto como temas para el Jubileo de la Misericordia. En mi diócesis yo hace años di las licencias a todos los sacerdotes para absolver (el aborto). Me parecía absurdo tener que decirle a una mujer que después de tanta lucha iba a confesarse que tenía que volver la semana que viene porque había que pedir la licencia al obispo. Y gracias a Dios el Santo Padre cambió esto. Muchos obispos, como yo, habían dado esas facultades hace tiempo. Pero un resultado del anuncio es que muchas mujeres se acercaron.

-¿Los que levantan la voz en contra de ese perdón del aborto son entonces una minoría de los obispos?

-Sí. En cuanto a estas dos iniciativas yo estaría muy sorprendido de que haya obispos que no están contentos...

-Tengo entendido que en Estados Unidos hay 4,5 millones de divorciados vueltos a casar, ¿verdad? 

-Sí. De hecho, por el nuevo proceso de nulidad hemos recibido muchísimas llamadas de gente que quiere saber más. La gente está felicísima. Eso ayuda muchísimo entre los inmigrantes. Cuando yo era obispo de Fall River, la mitad de los católicos eran inmigrantes portugueses, y cuando había anulaciones siempre había problemas de jurisdicción porque se habían casado en las Azores, donde no había tribunal matrimonial... Cuando fui obispo en el Caribe, también tuve cuestiones de jurisdicción terribles, burocracia y cosas que gracias a Dios el Santo Padre cortó. Es una maravilla. Y en Estados Unidos somos el país que más anulaciones tuvo porque en todas las diócesis tenemos tribunales en serio. Creo que en los Estados Unidos hay un gran deseo de parte de los obispos de solucionar estos problemas. Así que me sorprendería mucho que algún obispo no estuviera contento con esta nueva iniciativa.

-Después de la gira a Cuba y Estados Unidos comenzará el sínodo de obispos sobre la familia. La gran batalla es el tema de la comunión a los divorciados vueltos a casar. ¿Cree que puede haber algún cambio?

-Creo que es muy difícil que haya una decisión tan rápido sobre un tema tan difícil y polarizante. Me imagino que habrá más estudio sobre el tema, que es un tema importante, que hay que discutir. Los obispos alemanes están tomando una decisión por su cuenta y eso no conviene, tiene que ser toda la Iglesia.

-El último viaje de un papa a Estados Unidos, el de Benedicto XVI en 2008, estuvo marcado por el escándalo de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes. ¿Cómo cambió el clima en este sentido?

-Hay preocupación por el tema, pero este papa logró dar vuelta la página y cambiar de argumento cuando se habla de la Iglesia en Estados Unidos. Por eso yo creo que todos los obispos, aun los más conservadores, están agradecidos. Ya no es el único tema de conversación. Ahora también se habla de una Iglesia que quiere proteger a los pobres, que defiende el ambiente, que quiere promover la paz en Medio Oriente, que quiere más diálogo.

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