Abrazo a la iglesia Santa Catalina de Siena tras el incendio y un posible "milagro"

Abrazo a la iglesia Santa Catalina de Siena tras el incendio y un posible

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, dijo que con el hecho sorprendente de la imagen de santa Inés intacta, "Dios nos dice que no podemos quedarnos anímicamente destrozados en el piso". Campaña para recolectar fondos para la restauración.

Tras el incendio que la semana pasada destruyó gran parte de la iglesia Santa Catalina de Siena, uno de los puntos turísticos más icónicos de la ciudad de Buenos Aires, este lunes se realizó un “abrazo simbólico” con el fin de lanzar una campaña para reunir fondos y restaurarla.

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, acompañó el gesto celebrando una misa por las fiestas patronales en el templo de San Martín esquina Viamonte.

Los organizadores destacaron que el objetivo del gesto fue “acompañar y abrazar esta histórica iglesia, edificio de 1745, que tanta importancia ha tenido en la vida de la ciudad y que es un concurrido centro de espiritualidad en pleno centro porteño”.

Inaugurada el 21 de diciembre de 1745 -a fines de 2024 cumplirá 279 años de vida-, y reconocida por haber sido el primer convento de mujeres de Buenos Aires, la iglesia ubicada en el barrio porteño de San Nicolás sufrió el siniestro durante la madrugada del 23 de abril pasado.

Las llamas destruyeron uno de los altares, sin extenderse por el claustro, pero destruyeron patrimonio original e irrecuperable. En un hecho que algunos consideran "un milagro" una imagen de santa Inés que estaba allí quedó intacta.

La sorprendente preservación de la estatuilla -con el Rosario pendiendo de sus manos-, pese a que se le cayó encima el armazón del altar, que era de cedro, contrastó con la destrucción por el fuego de las imágenes del Sagrado Corazón, que estaba a su lado, en el centro, y de santa Catalina de Alejandría, ubicada en el otro costado. “Increíblemente la imagen está impecable”, dijo el párroco, el sacerdote Gustavo Antico.

"Estamos en shock"

“Nuestro sentimiento es de dolor y de bronca, pero también de gracias, porque no pasó más de lo que pasó”, comenzó su homilía el arzobispo porteño.

“Estamos en shock por el incendio y desilusionados por ver los tablones de lo que fue un altar. También paralizados por levantarnos una mañana y ver en las noticias que se quemó Santa Catalina de Siena. Nos reunimos hoy porque estamos afligidos y agobiados. Venimos a rezar y encontrarnos como comunidad porque en los tiempos difíciles es malo estar solo. Las penas hay que compartirlas para buscar alivio”, dijo García Cuerva.

El arzobispo diferenció: “Hay dos fuegos, el que destruye y el que nos anima y nos une. El primero es el que consumió el retablo, el segundo es el que nos anima a seguir y que nos enciende para proteger el valor del patrimonio histórico en la ciudad”.

“Estamos ante un hecho sorprendente, con santa Inés que se mantuvo erguida en el incendio. Dios nos dice que no podemos quedarnos anímicamente destrozados en el piso. Nos tenemos que levantar, aunque estemos paralizados como el enfermo de la lectura de San Pablo. Dios nos pide levantarnos y tenemos como testimonio la imagen de Santa Inés que se sostuvo aun en las llamas”, agregó.

García Cuerva relató luego su especial conexión con Santa Catalina de Siena. De niño, acompañado por su madre, fue a la primera iglesia a la que entró caminando. “Tomo las palabras del papa Francisco y del compositor Gustav Mahler, de que la tradición tiene que ser la adoración del fuego y no la adoración de las cenizas".

"No nos quedemos con la imagen de las cenizas del retablo, dejemos que nos encienda el otro fuego, el del amor a la Iglesia, los pobres, Dios y la época que nos toca vivir”, concluyó.

La comunidad de la iglesia lanzó una campaña en sus redes sociales para recaudar fondos y donaciones destinados a reparar los daños y recambiar el sistema eléctrico.

Las donaciones se reciben por transferencia bancaria al alias STA.CATALINA del Banco Santander.

Comentá la nota