La Parroquia San Vicente Ferrer tuvo este martes su primera misa presencial con fieles luego de más de seis meses sin esa actividad por el aislamiento social. La celebración se llevó adelante en el jardín de la Iglesia, al aire libre, y fue brindada por el padre Federico Piserchia. En la Iglesia local hay un nuevo furor por las misas: ya hay turnos reservados completos para las próximas dos semanas.

La asistencia para la celebración de ayer fue de 20 vecinos (el máximo permitido), que tuvieron que anotarse previamente a través de WhatsApp. Mantuvieron las medidas de distanciamiento social y cuidados como el tapabocas. La misa también se transmitió por Facebook y Youtube, como viene haciendo la Iglesia desde marzo, con el inicio de la cuarentena.

Con las nuevas medidas, solo se puede asistir a las misas con turno. En San Vicente, los vecinos deben enviar un mensaje al 2224467234. Habrá celebraciones de martes a domingos a las 18 horas, y los domingos también estará la liturgia de las 11 horas.

“La respuesta fue de una gran demanda y ya tenemos todas las misas cubiertas de acá a dos semanas, todas con personas distintas”, contó el padre Federico en diálogo con El Diario Sur. “La gente que se quiere anotar tiene que escribir al WhatsApp oficial de la Parroquia y ahí combinamos el día en que puedan y haya lugar”, agregó.

Los pedidos masivos por asistir a Misa sorprendieron a la comunidad local, que en la previa de la cuarentena no solía superar el promedio de 20 asistentes durante los días de semana. Pero los trastornos de la pandemia, la cuarentena y la crisis económica serían impulsos para los creyentes que buscan consuelo en la fe, además de la necesidad de restablecer encuentros sociales.

“La angustia es un común denominador. La cuarentena afectó mucho la estabilidad espiritual y la salud mental. Muchos tuvieron personas cercanas enfermas o fallecidas que no pudieron despedir, también hubo situaciones familiares que se intensificaron. Y la Misa es un acompañamiento para toda la vida, pero especialmente para situaciones de dolor, para consolar y confortar”, opinó el cura de San Vicente.

También destacó la importancia de los reencuentros entre fieles de la Iglesia que mantienen lazos entre ellos. Y advirtió que la recomendación de la parroquia es que no asistan a las misas las personas que integran grupos de riesgo, aunque de todas formas tienen la posibilidad de hacerlo.

Otro punto son los bautismos, a los que solo pueden asistir padres y padrinos junto con el niño. Serán los domingos a las 11 y ya hay varios anotados.

Las misas fueron habilitadas en la provincia de Buenos Aires desde este lunes, y presentan algunas modificaciones en el ritual por la pandemia. Deben realizarse en espacios abiertos con la presencia de hasta 20 fieles, con la debida distancia social y tapaboca. Cada parroquia debe llevar adelante un sistema de turnos para que los fieles puedan anotarse previamente.

Por otro lado, la comunión volverá a celebrarse con varios cambios: la hostia se entregará en la mano y no en la boca, sin intercambio de palabras entre el sacerdote y los fieles. Otro de los cambios que incluye esta nueva normalidad es que se suspende el tradicional beso de la paz.