“La visita de Francisco ha marcado huellas importantes para nuestro país”

Así lo manifestó Mariano Mercado, vocero de la visita de Francisco a Paraguay y actual Director de Información de Presidencia, quien en una entrevista exclusiva con Caminos Religiosos, contó sus sensaciones acerca de la llegada de Francisco a tierra guaraní, si impactó en la sociedad cívil y cómo está viviendo hoy el desafío de estar trabajando en la función pública.

Siendo el vocero de la visita del Papa en julio, ¿hubo un giro en tu vida después de semejante evento?

Sin dudas, desde el momento en que, sorpresivamente, los obispos en la asamblea extraordinaria del mes de febrero de este año, anunciaron que yo sería el vocero, todo cambió. Fueron tres meses de mucho trabajo, pocas horas de descanso, pero todo valió la pena.

El éxito que tuvo la visita del Santo Padre, fue fruto de la entrega y el sacrificio de todos los compañeros de trabajo. Se ha conformado un equipo extraordinario por parte de la Iglesia y el Gobierno distribuido en distintos equipos, más que nunca hemos trabajo en comunión, con un solo objetivo.  

La visita de Francisco a Paraguay fue histórica, ¿Cómo describirías lo que se vivió en tierras guaraníes en esos días?

La visita del Santo Padre, Francisco, ha marcado huellas importantes para nuestro país. Desde que pisó nuestro querido suelo paraguayo, hasta la naturaleza se puso a tono. Una lluvia tenue, entre nubes y sol, recibían al Sucesor de Pedro en tierra guaraní.

El entusiasmo y la ansiedad fueron creciendo cuando el mensajero de la alegría y de la paz daba sus primeros pasos luego de descender del avión. Con una sonrisa espontánea, a pesar del desgaste físico que produjo la visita a Ecuador y Bolivia. Francisco es así, jovial y alegre, a pesar de la fatiga que pueda sentir.

La recepción en el aeropuerto lo hizo sentir en casa, con la presencia de niños y la danza paraguaya como expresión del arte de nuestra tierra. El mismo vocero de la Santa Sede, P. Federico Lombardi dijo: “fue la mejor bienvenida que recibió el Santo Padre en este viaje apostólico”.  El pueblo paraguayo le hizo sentir en casa al Santo Padre, haciéndolo recordar de sus visitas pastorales en Buenos Aires, siendo arzobispo. El Papa ama a los paraguayos, conoce sus historias, sus triunfos y preocupaciones.

En todos los trayectos del recorrido con el papa móvil, se podía observar un pueblo que aguardaba con esperanza al Vicario de Cristo. Niños, jóvenes, ancianos, enfermos, toda la sociedad paraguaya lo esperaba para expresarle su afecto y cariño con pancartas, cantos, afiches, en fin, con diversas expresiones de amor hacia el ilustre visitante.

Sus mensajes fueron bien dirigidos a sanar muchas heridas, como también darnos aliento a asumir la construcción de la realidad nacional, para beneficio especialmente de los más pobres. Entre sus varios y ricos mensajes destaco algunos.

¿Hubo un antes y un después en el pueblo paraguayo después de la llegada de Francisco?

Se ha notado un cambio importante tanto en la Iglesia como en el ámbito civil. La Iglesia Católica en el Paraguay queda con el desafío de mantener movilizadas a sus bases y promover una fe que se encarne en acciones. La visita del papa Francisco nos motiva a trabajar por una Iglesia que necesita ser “más alegre, más servicial y más unida”. Por parte del Gobierno y la sociedad civil, la visita del Papa Francisco compromete a seguir trabajando por el bien común, buscando fortalecer el trabajo por los más desfavorecidos.

El Papa nos ha elogiado diciendo que “es una Iglesia viva, alegre, luchadora y con una historia gloriosa”. Sin duda, ese elogio del Papa nos deja en un sitial muy elevado. Hemos visto movilizaciones juveniles inspiradas en el mensaje del Papa. Jóvenes que se despertaron exigiendo a las autoridades una mejor calidad educativa, una gestión transparente en la administración de los bienes públicos. Fue uno de los grandes frutos de la visita del Santo Padre.

Ahora desde la función pública, ¿Cómo se enfrenta este nuevo desafío?

Lo hago con toda la fuerza de mi fe, de un compromiso decidido con el bien común, de vivir en la función pública los valores cristianos que me inculcaron mis padres desde niño. Los laicos necesitamos ser testigos en cada ambiente donde nos toca desarrollar nuestra vida.

Es un ambiente con muchos desafíos, que los voy asumiendo con toda seriedad, aportando mis conocimientos en el ámbito de la comunicación, para construir un país mejor para todos.

Me permito recordar las palabras del Santo Padre ante las autoridades del pueblo paraguayo “En todos los ámbitos de la sociedad, pero especialmente en la actividad pública, se ha de potenciar el diálogo como medio privilegiado para favorecer el bien común, sobre la base de la cultura del encuentro, del respeto y del reconocimiento de las legítimas diferencias y opiniones de los demás”.

¿Alguna anécdota personal sobre Francisco?

Lastimosamente no pude tener un encuentro personal con el Papa, mi trabajo no me permitió estrecharle la mano, pero ver tanta gente feliz, fue el mayor estímulo y reconocimiento a la labor realizada. Tal es así, que el día lunes 13 de julio recibía innumerable cantidad de mensajes de felicitación y gratitud. Todo ese día me pasé llorando de alegría y me sirvió para liberar las tensiones acumuladas durante varios días. 

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