Ucrania: "La situación es peor que en el Purgatorio", dice el nuncio

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“El futuro de Ucrania y de la Iglesia depende de cómo seamos capaces de responder a esta necesidad de superar el trauma de la guerra, y este trauma ya ha afectado al corazón de la sociedad ucraniana: la familia” añadió el jefe de la iglesia greco católica

El nuncio apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbokas, afirmó que “la situación en la primera línea es peor que en el Purgatorio”. “Hay muchas personas a las que no tenemos posibilidad de llegar, ni siquiera de darles comida o agua”, denunció, y afirmó que, “para la gente en el extranjero, es difícil imaginar lo que está pasando".

"Algunos se sienten tentados a pensar que todo ha terminado, pero cada día estamos perdiendo cientos de vidas, tanto militares como civiles”, lamentó el representante del Papa en Ucrania. “Para quienes viven cerca del frente o en la Ucrania ocupada, la guerra es imposible de olvidar”.

El líder de la Iglesia greco-católica en Ucrania (UGCC), Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, señaló que "en los territorios ocupados, la UGCC se ha visto obligada a pasar a la clandestinidad". “Ya no hay sacerdotes católicos en esa parte de Ucrania. Recibimos información de que en Donetsk nuestra gente iba a la iglesia a rezar todos los domingos, incluso sin el sacerdote, pero la iglesia fue tomada y las puertas, cerradas".

“El futuro de Ucrania y de la Iglesia depende de cómo seamos capaces de responder a esta necesidad de superar el trauma de la guerra, y este trauma ya ha afectado al corazón de la sociedad ucraniana: la familia”, añadió el jefe de la UGCC.

Para aquellos que regresan, liberarse del cautiverio ruso también tiene sus desafíos, según el nuncio apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbokas. “Cuando hablamos con personas que regresan a Ucrania y nos describen las condiciones en las que fueron mantenidas en cautiverio, queda claro que son horribles, especialmente para los militares. Algunos de ellos no pueden hablar, están muy traumatizados”.

Pero otras familias también sufren, según el arzobispo mayor Shevchuk. "Hoy en día, la mayoría de las familias viven separadas, porque los hombres están en el ejército y las mujeres con hijos han abandonado sus propias ciudades, o incluso sus viviendas en el campo".

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