Turkson propone el control de natalidad natural como solución contra el cambio climático

La falta de alimentos, vital en un mundo que en breve alcanzará los 9.700 millones de habitantes

Un tema polémico de la Iglesia católica es el control de la natalidad.Y sin embargo, uno de los prelados de mayor rango en el Vaticano, lo ofrece como solución para combatir el cambio climático. El cardenal Peter Turkson, líder asesor sobre el cambio climático del papa Francisco, le aclaró a la BBC que la Iglesia nunca había estado en contra de la planificación familiar (siempre y cuando se haga de forma natural).

A propósito de la Cumbre del Clima de París, el cardenal fue más allá y en una entrevista del corresponsal de medioambiente de la BBC Matt McGrath sugirió que el control de natalidad podría aliviar algunos de los impactos del cambio climático, particularmente la falta de alimentos.

"Esto es algo de lo que se ha estado hablando. Después de su visita a Filipinas, el Sumo Pontífice invitó a las personas a adoptar algún tipo de control de natalidad, porque la Iglesia nunca ha estado en contra del control de natalidad y de que la gente espacie los embarazos. Así que en efecto, puede ser una solución", señaló Turkson.

El razonamiento de Turkson se basa en que tener más bocas que alimentar puede suponer un reto en la cadena de producción.

No obstante, el cardenal dejó completamente claro que en lo que a la Iglesia respecta, el control de natalidad artificial -como las pastillas anticonceptivas- todavía está fuera de los límites de esa institución.

"Uno no lidia un bien con un mal: si la Iglesia quiere que la gente sea alimentada, ¿vamos a hacer lo que la Iglesia siente que está mal? Este es el tipo de sofistería que la Iglesia no tomará", aclaró.

"El asunto es especialmente espinoso cuando se relaciona con el cambio climático", explica McGrath.

Esto se debe a que para 2050 se calcula que la población mundial -de 7.000 millones- crezca a 9.700 millones, según Naciones Unidas.

"Y sin embargo, los esfuerzos para limitar el tamaño de las familias en los países en desarrollo ha sido criticada como una forma de imperialismo", agrega el corresponsal.

Además de reiterar la creencia de la Iglesia en los métodos naturales de control de natalidad como una manera de hacer frente a algunos de los impactos del cambio climático, el cardenal Turkson dijo que un acuerdo contundente en las negociaciones de París es de vital importancia en la lucha contra las causas del problema de la sobrepoblación.

"Para nosotros, una cosa debe dominar: necesitamos observar lo que sucede en estados que están en la línea de fuego y tomar medidas que aseguren la existencia de todos", dijo el prelado.

"Nuestra profesión de fe a Dios debe necesariamente llevarnos a querer la obra de Dios, por lo que Dios ha hecho; así que vamos a sentir amor por la creación y por los seres humanos", añadió.

El cardenal también aprovechó la Cumbre del Clima para hacer un llamado para que el nuevo acuerdo proteja a las naciones más vulnerables.

Se cree que Turkson jugó un papel importante en el Laudato Si, la encíclica papal sobre cambio climático.

Recientemente, la Iglesia católica ha asumido un papel más activo en el cambio climático, animando a los feligreses a sumarse en las marchas sobre el calentamiento global previas a la Cumbre de París.

La Iglesia también ha aumentado su participación en el proceso de negociación sobre el clima de Naciones Unidas.

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