Los jueces coincidieron en que el marido “podía haber tratado el problema y no lo hizo”, lo que equivale, en términos halájicos (legales religiosos), a divorciar a su mujer “por voluntad propia y consciente".
Un tribunal rabínico en Rejovot determinó que un hombre deberá pagar a su exmujer 130.000 shekels (unos 33.000 euros) como parte de los compromisos adquiridos en la ketubá (contrato matrimonial), tras concluir que sus persistentes ronquidos durante la noche y su negativa a buscar tratamiento constituyeron causa justificada para el divorcio.
El fallo fue emitido por los dayanim (jueces rabínicos) Yehuda Shajor, Yair Lerner y Yaron Navon, miembros del Tribunal Rabínico Regional de Rejovot (al sureste de Tel Aviv). Los jueces coincidieron en que el marido "podía haber tratado el problema y no lo hizo", lo que equivale, en términos halájicos, a divorciar a su mujer "por voluntad propia y consciente" , informó el medio digital Ynet.
Los ronquidos como motivo de divorcio
El caso giró en torno a una pregunta poco común: ¿Pueden los ronquidos justificar un divorcio con derecho al cobro de la ketubá? Los jueces analizaron extensamente la cuestión antes de pronunciarse.
El matrimonio había terminado en medio de fuertes disputas y tras la separación se pospuso la discusión sobre el pago de la ketubá. En la audiencia, la mujer acusó a su esposo de ser un "roncador empedernido". El hombre reconoció el problema y relató: "Cuando roncaba ella gritaba y se enojaba conmigo, decía que no podía más, golpeaba la pared, me insultaba y me echaba al cuarto del niño, además de negarse a mantener relaciones".
La mujer reclamó el pago completo de la ketubá más una compensación adicional, mientras que el marido se negó y argumentó que fue precisamente la exigencia de su esposa la que provocó el divorcio.
El dictamen de los rabinos
Tras consultar fuentes halájicas antiguas y modernas, así como la medicina actual, los jueces subrayaron que ambos cónyuges coincidían en la existencia del problema. "Los ronquidos del esposo sacaban de quicio a la mujer, provocando su enojo, insultos y la separación del dormitorio, lo que derivó en falta de intimidad y un creciente resentimiento", escribieron en el fallo.
Pero los rabinos señalaron que la condición del marido tenía posibles soluciones médicas. "Con una simple consulta médica se pueden hallar alternativas: dispositivos, tratamientos o incluso una dieta especial". Por ello concluyeron que, al ser consciente del sufrimiento de su esposa y no buscar ayuda, el esposo se hizo responsable de la ruptura.
"Si una persona puede cambiar y no lo hace, se considera que divorcia a su mujer por su propia voluntad y conciencia", reza el dictamen, que enfatiza que los ronquidos eran tratables y el marido no actuó en consecuencia.
La suma final de la ketubá
Los tres jueces discreparon sobre el monto exacto a otorgar a la mujer. El rabino Yair Lerner propuso reconocer la cifra total de la ketubá: 260.000 shekels (unos 66.000 euros). En cambio, los rabinos Yehudá Shajor y Yarón Navón consideraron que también la esposa había tenido actitudes reprochables durante la convivencia, por lo que sugirieron limitar el pago a la mitad.
Finalmente, la decisión se adoptó por mayoría: el hombre deberá pagar 130.000 shekels a su exesposa. Este fallo se suma a la jurisprudencia rabínica que contempla las obligaciones del esposo no solo en términos materiales, sino también respecto al bienestar y la convivencia cotidiana de la pareja
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