El obispo de la diócesis del Río Cuarto, monseñor Adolfo Armando Uriona, manifestó su profundo dolor al conocer el crimen del párroco de Vicuña Mackena, Jorge Vaudagna.

“Es una cosa inesperada. La verdad que tengo un gran dolor por esta pérdida”, expresó a Cadena 3.

“Era un sacerdote muy valioso, entregado a la gente, trabajador, creativo, fundó un colegio”, describió Uriona.

Recordó que la llegada de Vaudagna a Mackenna se produjo poco más de una década atrás.

“Estuvo primero acá, en Río Cuarto como párroco y después fue allá haciendo un trabajo muy fuerte. Incluso hay dos muchachos estudiando en el seminario que el acompañó para ser sacerdotes”, finalizó.

Por el crimen del párroco hay un joven de 23 años detenidos y buscan a su cómplice, un menor de edad que ya fue identificado.

Por su parte, el obispo auxiliar de la provincia de Córdoba, Pedro Torres, manifestó su conmoción, al tiempo que dijo que el padre logro gritar y pedir ayuda, pero lo mataron igual. 

“Entró por un acceso que no es el habitual, porque están arreglando la plaza, y ahí se habría encontrado con las personas estas personas”, relató a Cadena 3.

“Por lo que yo sé, él gritó. Por eso los vecinos lo escucharon”, agregó.

Informe de Francisco Centeno.