Teherán sorprendió al mundo con la inauguración de la nueva estación del metro Maryam-e Moghaddas, traducida como “Santa María” o “Virgen María”, un espacio público que celebra la figura de María, venerada tanto por cristianos como por musulmanes. La apertura se realizó el 18 de octubre de 2025, en una ceremonia que reunió a autoridades locales y líderes de distintas confesiones religiosas.
La iniciativa forma parte de los esfuerzos del ayuntamiento de Teherán por promover la coexistencia entre religiones en una ciudad marcada por la diversidad cultural y étnica. Según los organizadores, el objetivo fue crear “un símbolo de unidad entre las religiones divinas”.
Ubicación y diseño con inspiración cristiana y persa
La estación se encuentra cerca de la catedral armenia de Saint Sarkis, en un barrio donde vive una importante comunidad cristiana-armenia. Este detalle no es casual: busca rendir homenaje a una de las minorías religiosas más antiguas del país.
El diseño arquitectónico combina motivos persas tradicionales con iconografía cristiana. En sus muros destacan frescos y relieves de la Virgen María con el Niño Jesús, además de símbolos como la paloma y el olivo. Las cúpulas y arcos evocan tanto las iglesias armenias como los templos iraníes, creando una armonía visual que refuerza el mensaje de unión cultural.
Detalles técnicos y relevancia cultural
La estación se extiende 34 metros bajo tierra y abarca 11 000 metros cuadrados. Forma parte de la expansión de la red metropolitana de Teherán, una de las más activas de Oriente Medio. Además de su función de transporte, el espacio fue concebido como un lugar de encuentro y contemplación, integrando arte, espiritualidad y servicio público.
El nombre Maryam, presente en el Corán, refuerza el sentido interreligioso del proyecto. En el islam, María es considerada un modelo de pureza y devoción, lo que permitió que esta dedicación tuviera aceptación tanto entre musulmanes como entre cristianos.
Reacciones y significado social
La inauguración ha sido recibida con elogios internacionales por su mensaje de tolerancia, aunque algunos críticos consideran que podría tener un carácter simbólico más que transformador respecto a la situación de las minorías religiosas en Irán.
Aun así, la estación del metro Virgen María en Teherán se ha convertido en un punto de referencia y en una muestra tangible de cómo el espacio urbano puede convertirse en un puente entre culturas y credos.
Con esta apertura, la capital iraní no solo amplía su red de transporte, sino que envía al mundo un mensaje claro: la fe y la diversidad pueden convivir en el mismo andén.
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