Somos nosotros quienes nos alejamos de la felicidad

Somos nosotros quienes nos alejamos de la felicidad

¿Cuál es la epidemia de proporciones mundiales que nos despoja de toda felicidad en la vida?

 

Nuestros Sabios ya nos habían dado la respuesta en el Pirké Abot: “La envidia, el deseo material y la búsqueda del honor alejan a la persona de este mundo”.

El mundo, tal como Dios lo creó, es un lugar feliz, pero somos nosotros quienes nos alejamos de él por buscar estas tres aspiraciones negativas. Debemos alejarnos de la envidia, de los deseos materiales y de la búsqueda del honor a fin de transformar al mundo en un lugar de desbordante felicidad.

Además de la naturaleza destructiva de la envidia, el último de los Diez Mandamientos nos advierte no desear aquello que pertenece a otro: “No desearás la casa de tu prójimo… su esposa… su siervo…”. Y para ello, hay ciertas herramientas:

Dijo Rab Zelig Pliskin: “La vida es tan breve y fugaz, que no vale la pena desperdiciar nuestro tiempo sintiendo envidia por el otro en ningún sentido”.

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