El silencio de la Nobel birmana frente a la persecución de los musulmanes rohinyás

El silencio de la Nobel birmana frente a la persecución de los musulmanes rohinyás

El silencio de la líder de facto de Birmania (Myanmar), la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, frente a la persecución de la minoría musulmana rohinyá ha defraudado a algunos de sus admiradores, pero no a gran parte de la mayoría budista en su país.

Según testigos entrevistados por Human Rights Watch y Amnistía Internacional, los soldados han violado, torturado y ejecutado a miembros de esa minoría en el estado de Rakhine (oeste), tras un ataque de supuestos militantes rohingyá a tres puestos fronterizos el pasado octubre.

La crisis ha provocado un éxodo de al menos 65.000 musulmanes hacia la vecina Bangladesh, donde John McKissick, un representante de la ONU, acusó al Ejército birmano de llevar a cabo una campaña de "limpieza étnica", según informa La Vanguardia citando a Efe.

La relatora especial de Naciones Unidas para Birmania, Yanghee Lee, finaliza mañana una visita de doce días al país asiático para abordar la situación de los derechos humanos, incluidos los abusos contra los rohinyá.

Aunque algunos pudieron votar en las elecciones de 2010, no pudieron ejercer su derecho en los comicios que en 2015 elevaron al poder a Suu Kyi, quien mantiene una posición equidistante entre los musulmanes y los budistas en Rakhine.

Peter Popham, autor del libro "The Lady and the Peacok: The Life of Aung San Suu Kyi of Burma", afirma que la imagen internacional de la nobel de la paz se ha resentido debido a su renuencia a defender expresamente a los rohinyás.

Suu Kyi, hija del héroe nacional Aung San, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1991 por su oposición pacífica en la dictadura (1962-2011), durante la cual pasó un total de 15 años bajo arresto domiciliario.

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