Sánchez Sorondo ya no pertenece al consejo de la iniciativa promovida por el magnate australiano Andrew Forrest en contra del tráfico de personas. «No queremos ser instrumentalizados»
Por IACOPO SCARAMUZZI
La Santa Sede ya no forma parte de la Global Freedom Network, la alianza inter-religiosa en la lucha contra el tráfico de seres humanos promovida por una fundación financiada por el magnate australiano Andrew Forrest.
«La Santa Sede se retiró efectivamente desde hace tiempo», confirmó el canciller de las Pontificias Academias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo. «No queremos ser instrumentalizados; un hombre de negocios tiene todo el derecho de hacer dinero, pero sin utilizar al Papa», afirmó el religioso argentino sin entrar en detalles.
La noticia fue dada a conocer por el programa televisivo de la Abc australiana ‘Four corners’. La Global Freedom Network había logrado dar sus primeros pasos con la firma de un acuerdo, en el Vaticano, del 17 de marzo de 2014. Su objetivo era crear una red inter-religiosa internacional, apoyada por la Walk Free Foundation de Andrew Forrest, para sensibilizar a las comunidades de fe sobre las «esclavitudes modernas» representadas por la prostitución, el trabajo forzado, el tráfico de órganos. Entre otros objetivos, se pretendía promover del comercio ético, aumentar las curas para las víctimas y sobrevivientes, presionar a los gobiernos y parlamentos, sensibilizar a las sociedades y reunir fondos. Pocos meses después, en diciembre del año pasado, se reunieron con Papa Francisco (nuevamente en el Vaticano) personajes de relieve de diferentes religiones (islam, hebraísmo, hinduismo, budismo) y de otras confesiones cristianas (empezando por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo, en una video-llamada) par afirmar una declaración conjunta. El Secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon envió para la ocasión un mensaje de apoyo.
Forrest, magnate del sector minero (sobre todo en el negocio del hierro), «filántropo y capitán de industria», como lo define el sitio de la Global Freedom Network, fue criticado en su patria por algunos activistas que luchan contra el tráfico de personas. «Tenemos a alguien que tiene muchísimo dinero, que tiene acceso al poder global, que efectivamente puede hacer algo, pero si su comprensión del problema es tan simplista, tan poco sofisticada, este poder, este dinero, no son usados como deberían», afirmó, por ejemplo, Anne Gallagher en la misma cadena Abc. Indicó también que la batalla en contra de la explotación en el trabajo debe acompañar, por ejemplo, a la cuestión salarial y al crecimiento del papel de los sindicatos en los países en vías de desarrollo.
Sánchez Sorondo, de cualquier manera, ya no pertenece al consejo directivo. El otro órgano de la fundación, el consejo, nunca fue convocado.
Comentá la nota