El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cagnello, y los sacerdotes escribieron un mensaje reflexivo sobre la base de la Oración por la Patria, que el Episcopado redactó en plena crisis 2001-2002, en la que expresan su preocupación por la conflictividad social que vive la provincia.

Tras detallar las situaciones que les causan dolor, se manifiestan perplejos “ante una situación que revela un preocupante grado de anomia y anarquía que no predispone a recorrer caminos de progreso legítimo y sostenible”.

Rogaron al Señor del Milagro y a la Virgen del Milagro que ilumine los salteños para “asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos y lograr la tan anhelada amistad social”. 

“Sólo el dialogo claro y responsable, el testimonio de honestidad, la capacidad de ser creativos y proactivos y la conciencia de la fraternidad ciudadana, pueden ir trazando caminos para edificar una provincia y una Nación que queremos y merecen las nuevas generaciones”, recordaron.

Monseñor Cargnello y el clero salteño invitaron a unirse al día de ayuno y oración previsto para el próximo viernes 9 de junio, para rezar “especialmente en esta semana por la paz social en nuestra provincia y en todo el país”.

Asimismo, señalaron que el próximo domingo 11 de junio, solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, pedirán a Jesús Eucaristía que “irradie el don de la unidad y de la paz sobre todos nosotros”.

Texto del mensaje

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos…

El obispo y el presbiterio de la Arquidiócesis de Salta, reunidos en el día de la fecha, reflexionamos con preocupación y esperanza sobre la situación social que vive nuestra querida provincia. 

Nos sentimos heridos y agobiados… 

Como Pastores nos duele y acompañamos cercanos el sufrimiento de los trabajadores que llegan a fin de mes y no logran ver recompensado sus esfuerzos con el reconocimiento económico y social digno de su labor.

Nos duele ver a nuestros abuelos que siguen esperando ser reconocidos por todo lo que dieron a lo largo de sus vidas.

Nos duele ver a nuestros niños, jóvenes y familias vulnerados en sus derechos a una educación digna y humanizadora.

Nos duele la violencia que se alimenta en el egoísmo y en la incapacidad para dialogar como hermanos de una misma tierra.

Nos duele que el conflicto de derechos y deberes divida a nuestros conciudadanos.

Queremos ser una nación, cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común…

Estamos perplejos ante una situación que revela un preocupante grado de anomia y anarquía que no predispone a recorrer caminos de progreso legítimo y sostenible. La verdad dicha y vivida, la austeridad real de parte de todos, especialmente de los que más tienen, el sacrificio generoso, a ejemplo de nuestros próceres y santos, facilitarán un futuro mejor. 

Concédenos la sabiduría del dialogo y la alegría que no defrauda…

Rogamos al Señor del Milagro y su Bienaventurada Madre que nos ilumine a todos los salteños para asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos y lograr la tan anhelada amistad social. 

Sólo el dialogo claro y responsable, el testimonio de honestidad, la capacidad de ser creativos y proactivos y la conciencia de la fraternidad ciudadana, pueden ir trazando caminos para edificar una Provincia y una Nación que queremos y merecen las nuevas generaciones. 

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos… 

Invitamos a todos a unirnos el próximo viernes 09 de junio en un día de ayuno y oración. Que todas las comunidades parroquiales, religiosas y colegios de nuestra Iglesia local, recemos especialmente en esta semana por la paz social en nuestra provincia y en todo el país. 

El próximo domingo 11 de junio, solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, pediremos a Jesús Eucaristía, que irradie el don de la unidad y de la paz sobre todos nosotros.