Por el respeto mutuo

 Por el respeto mutuo

 Vivimos en un mundo convulsionado, donde los extremismos políticos o religiosos parece que mandaran los humores sociales. Por ello, cabe rescatar lo sostenido en un valioso documento conjunto emitido por el Imam de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb y el Papa Francisco, en Abu Dabi, el 4 de febrero de 2019. Su importancia fue subrayada en la encíclica papal “Frattelli tutti”.

En la declaración conjunta y fraterna, se nos recuerda que “las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre”. “Estas desgracias –se agrega– son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos seudo religiosos que han abusado (...) de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres. (...) En efecto, Dios, el Omnipotente, no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente”.

“En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos… Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad, y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera” (Corán, 5-32).

En el nombre de Dios y de todo lo referido, dijeron: “asumimos la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio”.

Desde esas y otras hermosas reflexiones a las que nos invitan los referentes de las religiones islámica y católica, tenemos que educarnos para lograr una humanidad basada en el respeto y la integración fraterna.

Los musulmanes están llamados a asumir sus responsabilidades como pioneros de esta encíclica, para tender puentes de respeto mutuo que siembren confianza basada en la ética, la moderación y la convivencia , mostrando así esos valores de la civilización islámica, como se plasmaron en la España andaluza en una convivencia armoniosa entre musulmanes, judíos y cristianos, en la que los eruditos de las tres religiones iluminaron con su sabiduría una época de oro para la humanidad.

Jihad Sleiman, Imam, miembro del Comipaz

Comentá la nota