Ramadán: cómo viven los musulmanes el confinamiento

Ramadán: cómo viven los musulmanes el confinamiento

Los casi dos millones de musulmanes en España vivirán su mes de ayuno junto a sus familias, al no poder reunirse en las mezquitas

 

Los casi dos millones de musulmanes en España (1.993.675) , así como toda la población musulmana del mundo, comienzan hoy el ramadán que terminará el 23 de mayo. En nuestro país, representa el 4% de la población, según el último informe elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) .  

"La Comisión Islámica de España (CIE), anuncia a todos los musulmanes que el viernes día 24 de abril de 2020, corresponde al primer día del bendito mes de Ramadán de 1441", señalan. 

CIE aprovecha esta ocasión para felicitar a los musulmanes españoles, así como a los musulmanes de todo el mundo, y suplican "al Altísimo que nos ayude a ayunar sus días y rezar sus noches con el fin de lograr la satisfacción de Al•lah, y que reine la paz en todo el mundo". 

Cómo viven el confinamiento 

En España, la comunidad Musulmana Ahmadía en España, -excluida de la UCIDE por cuestiones religiosas-, no es numerosa, ya que asciende a poco menos de un millar de personas, pero su portavoz en España, Qamar Fazal recuerda que son de las primeras comunidades musulmanas establecidas en España y una de las primeras registradas en el Ministerio de Justicia desde 1946.

Qamar relata cómo viven el confinamiento por coronavirus, con mezquitas cerradas: "Como musulmanes debemos realizar cinco oraciones diarias. Durante el confinamiento seguimos manteniendo la misma rutina: realizamos nuestras cinco oraciones con la diferencia que las realizamos con nuestras familias". 

Sermón de los viernes con el líder 

Otro aspecto importante de esta comunidad es el sermón de los viernes que se celebra en las mezquitas. "Por fortuna para nosotros, escuchamos el sermón del líder internacional de nuestra Comunidad a través de la televisión o por internet, con lo cual seguimos manteniendo esa vía de comunicación con él. Es la primera vez que un líder de decenas de millones de áhmadis musulmanes se dirige al mundo entero desde una mezquita vacía. Por supuesto, esperamos poder volver a realizar nuestras actividades en las mezquitas, una vez se normalice la situación, siguiendo las normas del gobierno y de los experto". 

Esta comunidad disponen de un canal de televisión (MTA Internacional, www.mta.tv) donde pueden seguir los sermones y otras actividades religiosas, así como recibir actualizaciones sobre la

situación del virus. "Utilizamos ahora las videoconferencias para distintos propósitos como reuniones de trabajo, clases de aprendizaje del Corán para niños y adultos, grupos de debate para jóvenes, etc", señala. 

Ramadán y aislamiento 

Para los musulmanes, el ramadán, mes de ayuno, es un mes de reflexión con el fin de mejorar espiritualmente. "Para cumplir con este objetivo el confinamiento no es un obstáculo. De hecho, estamos aprovechando esta situación de confinamiento para leer o aprender nuevas habilidades, así que el ramadán será una experiencia similar aplicado a nuestra espiritualidad y nuestro conocimiento religioso". 

Lo peculiar del ramadán es que al anochecer de cada día, cuando se levanta el ayuno, los musulmanes suelen compartir ese momento con otras personas y realizar oraciones especiales "congregacionales", normalmente en las mezquitas, "pero durante la cuarentena compartiremos estos momentos con nuestras familias", explica el portavoz de la comunidad musulmana ahmadía. 

Según el islam, el objeto de la existencia humana tiene dos objetivos: exaltar a Dios y servir a la humanidad. "El mes de ramadán islámico nos ayuda a conseguir estos objetivos para los que el ser humano fue creado. El confinamiento al que nos hemos visto sometidos en estos días, de alguna forma, a los musulmanes en particular (y en general a los verdaderos creyentes de cualquier religión) nos ha hecho ver que el sentido de la vida no se sustenta en una consecución sin límites de

placeres materiales", expone Qamar. 

Para el portavoz de la comunidad Ahmadía, la transitoriedad de la vida, el objetivo real de nuestra existencia, mostrar empatía con los que sufren, desarrollar el autocontrol, ser agradecidos a Dios por cada pequeña cosa que nos ha otorgado, …, "han sido pensamientos que nos han recorrido la mente

a cada uno de nosotros. Los musulmanes, en este mes de ramadán que acaba de comenzar,

recordaremos de nuevo el verdadero objetivo de nuestra existencia".

Acatar las leyes 

Así mismo, como áhmadis musulmanes acatan las leyes de los países donde viven y la llamada de oración se realiza en voz baja, "para no perturbar a los vecinos, pero en ningún caso nosotros alentamos a ningún hermano musulmán a violar las leyes de confinamiento prescritas por el gobierno español", expresan. 

En cuanto a la alimentación de estos días, y teniendo en cuenta que muchos establecimientos no tienen todos los productos deseados, esta comunidad musulmana explica: "Los productos no cárnicos no suponen ningún problema para los musulmanes siempre y cuando no contengan grasas animales o manteca de cerdo, elementos que siempre están bien señalados en el envoltorio. Los musulmanes preferimos comprar carne de carnicerías –siempre y cuando haya posibilidad - donde el animal haya sido sacrificado siguiendo el rito islámico". 

Riay Tatary

Recientemente, ha fallecido por coronavirus, el presidente de la comisión islámica en España, Riay Tatary. La comunidad Musulmana Ahmadía, a pesar suyo, no está dentro de los acuerdos con las comunidades islámicas de España, que es el órgano reconocido por la Administración española a efectos de los Acuerdos de Cooperación firmados en 1992.

Para esta comunidad, esta situación "se debe al impedimento de facto del Sr. Tarary y otros líderes de la Comisión, que, en base a sus prejuicios, ejercieron y ejercen su influencia ante el Gobierno de España para que sigamos marginados de estos acuerdos", expone. 

Sin embargo, mantienen buenas relaciones a nivel personal y comunitario con otros miembros de las diferentes agrupaciones musulmanas, como también con amplios grupos cristianos y de otras confesiones. "Nuestros centros están abiertos a todos y acudimos frecuentemente a las mezquitas, iglesias y sinagogas de otros cuando somos invitados", concluye. 

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