Hay musulmanes en la Ummah que se esfuerzan y desean realizar sus adoraciones, que aman a Al-lah y a Su Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) en sus corazones y que observan con amor los deberes religiosos. Tal deseo de adoración indica que hay fe en el corazón de una persona.
En el hadiz del Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se dice: “Se considera que las personas han probado el gusto del iman (fe) si se poseen tres cosas: Amor a Al-lah y a Su Mensajero por encima de todo lo demás…”.
A una persona enferma se le permite romper el ayuno si su situación es seria. Sin embargo, si existe riesgo de muerte o daño para el cuerpo, está obligada a romper el ayuno. El Corán afirma: “Y no os precipitéis a la destrucción” (Sura Al-Baqarah, versículo 195).
Además, si los médicos lo han prohibido, no se debe ayunar. En cuanto a la recompensa por ayunar en Ramadán, si Dios quiere, ellos la recibirán completa, ya que al tener una enfermedad seria no es culpa suya el no poder ayunar.
Al-lah es el Más Generoso y recompensa a las personas según sus intenciones. Estas personas deben realizar tantos actos religiosos como puedan durante este mes sagrado: realizar las oraciones sunnah (voluntarias) y súplicas a Al-lah con frecuencia, leer el Corán, recordar a Al-lah, glorificar al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él), etc.
Para evitar sentirse aislados de los fieles, necesitan fortalecer otras formas de adoración. Por ejemplo, pueden invitar a amigos y familiares a su iftar (comida de ruptura del ayuno al atardecer); después de todo, alimentar a alguien que ayuna recibe una recompensa igual a la de la persona que ayuna. Si hacen esto todos los días, recibirán la recompensa de un Ramadán completo.
Pueden hacer una lista de las buenas acciones que planean hacer ese mes. Al hacer un plan diario, pueden marcar lo que han logrado y agregar nuevas ideas. Ver el impacto de un Ramadán de forma clara y organizada evitará que sientan que se les está escapando.
Este mes es para todos, incluso para los no creyentes. Quienes están exentos del ayuno son bendecidos por la Misericordia de Al-lah, y simplemente deben estar agradecidos por ello, no dejar que se convierta en una fuente de tristeza.
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