El próximo consistorio puede ser el primero "virtual" de la historia

El próximo consistorio puede ser el primero

Fuentes que cita RD anticipan que se evalúa la posibilidad de hacer bajo esa modalidad, aunque sea un tramo, la ceremonia que presidirá el Papa para crear trece nuevos cardenales. Las restricciones por la segunda ola del coronavirus, el argumento.

Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano

El consistorio con el que el Papa Francisco creará el 28 de noviembre a 13 nuevos cardenales no solo será el séptimo de su pontificado: puede llegar a ser el primero de la historia con, al menos, un tramo “virtual” a partir de la segunda ola de coronavirus que paraliza Italia y que pondría en riesgo la salud de los purpurados.

Cuatro de los 13 cardenales anunciados por el Papa, todos italianos, tienen más de ochenta años, el grupo de riesgo más apuntado por los cuidados médicos; de los otros nueve menores de 80, los dos con mayor edad viven fuera de Italia: Celestino Aos, de 75; y Winston Gregory, de 72.

La pregunta fija es entonces si el consistorio se realizará de todos modos, considerando además las nuevas disposiciones restrictivas que en Italia entran en vigencia mañana hasta el 3 de diciembre.

Según fuentes consultadas por RD, la creación cardenalicia es un hecho que se define por el decreto papal correspondiente. La ceremonia de la imposición del anillo y el birrete rojo no tiene ningún vínculo legal, plantearon a Religión Digital en el Vaticano. En ese plano, agregan las fuentes, no hay ningún impedimento para que la ceremonia tenga una parte, al menos, de forma virtual.

A eso se suma el hecho de las restricciones existentes a nivel europeo para la entrada de terceros países, como de cuarentena. Si los cardenales “extracomunitarios” concurren, deberán por lo menos estar diez días aislados antes de poder participar de la ceremonia, según los plazos vigentes.

Los ocho futuros cardenales que residen en Italia no deberían tener grandes problemas de desplazamiento. Pero ¿el resto? Incluso las más restrictivas de las disposiciones europeas admiten algún tipo de excepciones, y en el Vaticano plantean que una invitación papal para una ceremonia como la prevista podría entrar en ese apartado.

Ahora bien, el problema pasa a ser las nuevas políticas restrictivas vigentes en Italia desde mañana y que amenazan con restringir la entrada y salida de las regiones que eleven su número de contagios diarios. Es decir: si continúa la tendencia, una medida del Gobierno italiano podría bloquear los accesos a Roma, salvo probadas exigencias de trabajo o salud. ¿Se arriesgarían en ese caso los cardenales a entrar a una región con alto riesgo epidemiológico aún en caso de conseguir una excepción?

Antecedentes

Al menos un cardenal previamente creado por Francisco no pudo ir a Roma para su ceremonia: el ahora fallecido Loris Francesco Capovilla, quien se había desempeñado como secretario personal del papa Juan XXIII. Creado cardenal por Francisco en 2014 a los 98 años, Capovilla recibió su anillo y su sombrero en casa del cardenal Angelo Sodano, entonces decano del Colegio Cardenalicio.

Los nuevos cardenales

Entre los 13 nuevos purpurados, hay seis italianos, un maltés, un español, un estadounidense, un filipino, un ruandés, uno de Brunei y un mexicano.

Con sus nuevos cardenales, el Papa reafirmó su predilección por los purpurados de las denominadas "periferias" y dejó momentáneamente sin birrete rojo a los titulares de diócesis de peso dentro de la Iglesia como París, Milán y Los Ángeles, la más grande de Estados Unidos.

Así, a partir del 28 de noviembre, 73 de los 128 cardenales con derecho a voto habrán sido creados por el papa Francisco.

Dos de los nuevos cardenales pertenecen a la Curia Romana: son el Secretario del Sínodo de Obispos, el maltés Mario Grech, y el italiano Marcello Semeraro, antiguo Obispo de Albano y nuevo Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

A ellos, además del arzobispo de Washington WInston Gregory, el Papa ha unido al arzobispo de Kigali, Ruanda, Antoine Kambanda; al arzobispo de Capiz, Filipinas, José Fuerte Advincula; al arzobispo de Santiago, Chile, el español Celestino Aós Braco; y al vicario apostólico de Brunei, Cornelius Sim.

También recibirán el birrete rojo el arzobispo de Siena, Italia, Augusto Paolo Lojudice y el actual Custodio del Sagrado Convento de Asís, el Padre Mauro Gambetti.

A los nueve cardenales menores de ochenta años, el Papa Francisco también se ha unido cuatro nuevos cardenales mayores de ochenta: Felipe Arizmendi Esquivel, arzobispo emérito de San Cristóbal de Las Casas (México); el nuncio apostólico Silvano Tomasi, antiguo observador permanente en las Naciones Unidas en Ginebra, que trabajaba en el Departamento para el Desarrollo Humano Integral; el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia y el párroco del Divino Amor Don Enrico Feroci.

Con los nuevos purpurados, el Colegio cardenalicio llegará a 232 miembros, de los que 96 habrán sido creados por Francisco, 70 por Benedicto XVI y otros 66 por san Juan Pablo II.

La cantidad de cardenales electores llega así a 128, ocho más del número máximo permitido por la Santa Sede, pero que tiene en cuenta que varios purpurados llegarán al límite de edad en los próximos meses.

Entre los 128 electores se encuentra además el italiano Angelo Becciu, quien el 24 de septiembre fue removido de su cargo como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y despojado de sus derechos como cardenal en medio de na investigación por posible fraude, lo que según algunos canonistas podría significar la pérdida de su potestad de participar en un eventual cónclave.

El de este mes, virtual o no, será el séptimo Consistorio de Francisco como Papa, tras los que encabezó el 22 de febrero de 2014, el 14 de febrero de 2015, el 19 de noviembre de 2016, el 28 de junio de 2017, el 28 de junio de 2018 y el 5 de octubre de 2019.

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