Protección de Menores y Cáritas refuerzan formación en salvaguardia

Protección de Menores y Cáritas refuerzan formación en salvaguardia

Del 26 de febrero al 1 de marzo el Palazzo Maffei Marescotti en Roma acogerá un curso para los obispos presidentes de Cáritas en América Latina y el Caribe y los directores nacionales en aras de proporcionarles los conocimientos y las herramientas necesarias en la protección efectiva de menores y personas vulnerables contra cualquier tipo de abuso.

Por Sebastián Sansón Ferrari

Una parte del mandato de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores (PCTM por sus siglas en italiano), por voluntad del Papa Francisco, es asesorar a las Iglesias locales en la protección de menores y adultos vulnerables y ello implica todas las instancias eclesiales. Este es el marco en el que por petición de Cáritas Latinoamérica y el Caribe surge el curso “Ambientes eclesiales seguros”, ofrecido por la Comisión a los obispos presidentes y directores nacionales de la organización solidaria, según explica la doctora Patricia Espinosa, miembro de la PCTM designada por el Santo Padre el 30 de septiembre de 2022.

El seminario se desarrollará del 26 de febrero al 1 de marzo en el Palazzo Maffei Marescotti de Roma, una de las sedes de la Comisión, y participarán unas veintidós personas de doce países del continente. Se abordarán múltiples temas, como los procedimientos de denuncia y respuesta adecuada a situaciones de abuso, el desarrollo de políticas y medidas de salvaguardia en Cáritas, las buenas prácticas y experiencias exitosas en la implementación de programas de protección, entre otros asuntos.

Como fruto del trabajo sinérgico con la PCTM, Cáritas también impulsó la campaña de sensibilización “Yo me comprometo”. Al respecto, la psiquiatra mexicana asegura que, cuando la institución los visitó en noviembre de 2022, ya habían pensado en la iniciativa y la compartieron con la Comisión interesados en recibir su feedback. “Esta propuesta va a abrir las puertas para el resto de las personas que quieran recibir una formación más amplia y más profunda”, reconoce.

El congreso responde a las necesidades de desarrollar códigos de conducta en América Latina, pues desafortunadamente, apunta la experta, la región ocupa varios de los primeros lugares en abuso sexual de menores. “Esta es una gran inquietud para toda la Iglesia latinoamericana y caribeña, están muy interesadas en poder trabajar conjuntamente”, añade. Espinosa enfatiza que mantienen un diálogo fluido con la CLAR y el CELAM para coordinar acciones articuladas.

Uno de los objetivos específicos es comprender la relevancia de la comunicación en el ámbito de la prevención y la protección de menores. Al ser consultada sobre el hermetismo con el que se gestionan ciertos casos, la doctora Espinosa expresa que es muy doloroso para las víctimas pues es percibido como una indiferencia en muchas ocasiones y una falta de consideración a sus necesidades. En este sentido, sostiene que todos tienen el derecho a saber sobre el estado de su proceso.

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores está enfocada en liderazgos tanto pastorales como no pastorales, como observa la psiquiatra mexicana. Por ende, desean trabajar con universidades, embajadas y una serie de instituciones que pueden comunicarse a través del correo electrónico disponible en el sitio web de la Comisión.

“El gran desafío que la iglesia aún tiene por delante es que no haya más casos de abusos y que en los que ya existen los sobrevivientes sean respetados en su dignidad. Ese es el trabajo que el Santo Padre nos ha confiado”, puntualiza.

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