Muhammad (PB) es el sello de los profetas, enviado como misericordia para todos los mundos. Su vida refleja paciencia, humildad, justicia y devoción. Nuh, con su perseverancia de siglos, enseña la fe inquebrantable y la obediencia, a pesar de la burla de su pueblo.

Yusuf representa la belleza del carácter, el perdón y la fidelidad a Al-lah incluso en la adversidad. Ibrahim es símbolo de entrega total a Al-lah, dispuesto a sacrificar todo por Él. Musa es ejemplo de lucha por la justicia y confianza, a pesar del rechazo y el miedo.

Estos profetas también son figuras reconocidas en el cristianismo y el judaísmo, lo que muestra una raíz espiritual común. El islam no inventa una nueva fe, sino que confirma y purifica el mensaje eterno de monoteísmo: la adoración sincera a un solo Dios.

Estudiar sus vidas no es solo un ejercicio histórico, sino un camino hacia la transformación. Cada historia revela cómo superar el dolor, ser fiel en la dificultad y tener esperanza en la promesa de Al-lah. Son modelos eternos para los corazones que buscan luz.