El Profeta Noé (Nuh) en la Biblia y en el Corán

El Profeta Noé (Nuh) en la Biblia y en el Corán

Si bien las tradiciones bíblicas nos dicen que el Profeta Noé (Nuh) era un hombre virtuoso, el Corán va más allá y dice que fue un brillante ejemplo de rectitud en una época plagada de anarquía y pecado. La narración de Noé en la Biblia es notablemente consistente con su historia en el Corán, con dos excepciones notables.

La primera se relaciona con las personas que entraron en el arca. El diluvio, que la Biblia dice que fue enviado para destruir toda vida y maldad en la Tierra, se reduce a un evento regional en el Corán.

Según la Biblia, los únicos seres humanos que se salvaron fueron Noé y su familia extendida. Sin embargo, el Corán explica que hubo otros que aceptaron el mensaje de Dios y que también se salvaron en el arca.

Los eruditos del islam difieren en cuanto a su número, pero algunos dicen que hasta 80 miembros que no eran de la familia entraron en el arca con Noé y su familia. Además de esto, el Corán nos da más detalles al explicar que la esposa de Noé no entró en el arca porque eligió no creer en la misión de su esposo; de hecho, se nos dice en el Corán que actuó de manera traicionera.

El relato del diluvio del Corán señala que Noé tuvo cuatro hijos, no tres como se menciona en la Biblia. Se nos dice que uno de ellos no era un verdadero creyente y decidió buscar protección del diluvio en una montaña alta.

Aunque Noé rogó por él, Dios se negó a intervenir y cambiar la mente del hijo. Es interesante notar que aunque el hijo parece creer en el diluvio venidero, elige no obedecer las instrucciones de Dios.

La segunda diferencia notable en las dos narraciones de Noé confirma que las revelaciones de Dios antes del Corán ciertamente han sido alteradas. Después del diluvio, nos dice la Biblia, Noé se convirtió en el primer enólogo. En una ocasión se emborrachó y durmió desnudo causando mucha consternación a sus hijos. Incluso se nos hace creer que el borracho Noé maldijo a su nieto y le condenó a la esclavitud.

El Corán y las fuentes islámicas nunca dan ninguna indicación de que Noé fuera otra cosa que un hombre dedicado a la causa de Dios y un faro de esperanza para todas las personas con las que entró en contacto. La idea de que pierda el juicio debido a la embriaguez es imposible de contemplar.

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