Es la primera vez en casi 500 años que prelados católicos asisten a una Coronación, en marcado contraste con 70 años atrás, cuando no se permitía a los católicos asistir a ningún servicio en una iglesia protestante.

Es la primera vez en casi 500 años que prelados católicos asisten a una Coronación, en marcado contraste con 70 años atrás, cuando no se permitía a los católicos asistir a ningún servicio en una iglesia protestante.

Por primera vez en casi medio siglo, un Cardenal católico participó en una Coronación en la Abadía de Westminster, cuando el Cardenal Nichols se situó junto al Arzobispo de Canterbury y otros líderes cristianos para invocar la bendición de Dios sobre el Rey Carlos III.

El Cardenal Nichols, el Arzobispo Mark O’Toole, de Cardiff, Gales; el Obispo Hugh Gilbert, de Aberdeen, Escocia; y el Arzobispo Eamon Martin de Armagh y Primado de toda Irlanda, se unieron a la procesión hacia la Abadía de Westminster.

También asistieron como invitados el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, en representación del Santo Padre, y el Arzobispo Miguel Maury Buendía, Nuncio en Gran Bretaña. Es la primera vez en casi 500 años que prelados católicos asisten a una Coronación, en marcado contraste con 70 años atrás, cuando no se permitía a los católicos asistir a ningún servicio en una iglesia protestante.

La bendición sobre el reinado del Rey fue invocada por varios líderes cristianos, de pie y juntos, mientras la congregación se unía a ellos en la oración.

Al impartir la bendición, el Cardenal rezó para que Dios derrame sobre el Rey «las riquezas de su gracia, os guarde en su santo temor, os prepare para una eternidad feliz y os reciba al fin en la gloria inmortal».

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