Prestigiosa colección de manuscritos Coránicos en la Biblioteca del Vaticano

Prestigiosa colección de manuscritos Coránicos en la Biblioteca del Vaticano

Si bien la Biblioteca Vaticana se considera uno de los mayores tesoros del cristianismo, también alberga un invaluable patrimonio islámico.

La Biblioteca Vaticana, fundada oficialmente en 1475, constituye, sin embargo, la colección más prestigiosa. Alberga cerca de 75 000 manuscritos, incluidos 2217 en árabe. Entre ellos se encuentran 144 ejemplares del Corán, algunos incompletos pero de un valor excepcional.

Los manuscritos coránicos ocupan un lugar destacado y dan testimonio de los intercambios intelectuales y culturales que han marcado la historia. A lo largo de los siglos, Italia ha acumulado una importante colección de manuscritos árabes procedentes del Mashreq, el Magreb, el Imperio Otomano, Irán e India.

Estos raros y valiosos documentos son un recordatorio de la riqueza de la transmisión del conocimiento y de cómo el legado islámico se extendió mucho más allá del mundo musulmán.

Manuscritos árabes y coránicos en Italia

El interés de las instituciones italianas por los manuscritos orientales se remonta al siglo XV. Ya en 1441, durante el Concilio de Florencia, el Vaticano comenzó a recopilar obras traídas por clérigos de Alejandría y Jerusalén.

El auge de la imprenta con la edición de los Médici en 1584 impulsó posteriormente la difusión y preservación de estos textos.

Figuras como Giuseppe Caprotti desempeñaron un papel clave en el transporte de manuscritos, especialmente desde Yemen. Gracias a sus colecciones, la Biblioteca Ambrosiana de Milán se convirtió en uno de los mayores depósitos de manuscritos árabes después del Vaticano, con más de 2000 ejemplares.

La Biblioteca Vaticana, fundada oficialmente en 1475, constituye, sin embargo, la colección más prestigiosa. Alberga cerca de 75 000 manuscritos, incluidos 2217 en árabe. Entre ellos se encuentran 144 ejemplares del Corán, algunos incompletos pero de un valor excepcional.

Estos manuscritos proceden de diversas regiones islámicas: Marruecos, África sahariana, el Mashreq, el Imperio Otomano, Irán e India. Algunas copias marroquíes, ricamente iluminadas y copiadas con especial cuidado, datan de finales del siglo XV y proceden de la Gran Mezquita Zaytuna de Túnez.

La singularidad de los manuscritos coránicos del Vaticano

Las copias conservadas en Roma se distinguen por su diversidad y rareza. Algunas presentan una iluminación refinada, como el Corán cuyas dos primeras páginas están decoradas con una ornamentación excepcional.

También existe un manuscrito coránico escrito en caracteres hebreos, que data de principios del siglo XV y pertenece al filósofo Giovanni Pico della Mirandola, que ilustra los intercambios intelectuales entre culturas.

Además de los Coranes, otros manuscritos islámicos completan este patrimonio: una colección de hadices andalusíes destinada a una escuela de Granada, tratados como Al-Kafi fi al-fiqh de Ibn Abd al-Barr y Jawahir al-Quran de Abu Hamid al-Ghazali. Estas obras abarcan diversos campos, desde el derecho hasta la teología y la literatura espiritual.

La importancia de estas colecciones reside no solo en su rareza material, sino también en su función de puente entre civilizaciones.

Sirven como recordatorio de que el patrimonio islámico, aunque se conserva en una institución cristiana, contribuye plenamente a la memoria universal del conocimiento. Así, los manuscritos coránicos del Vaticano, junto con los de Milán y Roma, encarnan la riqueza de un diálogo intelectual centenario entre Oriente y Occidente, según el sitio web Leaders Arabiya.

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