Por: Alicia Korenbrot. De Jaim Najman Bialik.
Quiero Llorar
Quiero llorar hasta que mi corazón sea libre
Soy atraído como nube al Mar Muerto,
Desciendo hacia ustedes, hermanos, entre
Las profundidades de vuestro vasto y creciente mar
Quizá allí estén las lágrimas de mi madre
Silenciosamente añorando mi poema.
Sé que tienen lagrimas que todavía no han llorado
Y cuestiones que en su intimidad han guardado
Que como fuentes ocultas bajo tierra van corriendo
Y explotan piedras, rompen y abren sepulturas. Y se retuercen
Bajo tierra como un gusano secreto
Y se pierden, jamás serán encontrados
Dejen que sus lágrimas desborden, déjenme ver
sus corazones respirando libremente,
Tal vez Dios un regalo todavía os dará
Y estos días oscuros pasaran
Y vendrá un día mejor
Y nosotros también viviremos más felices
Y de estos días como recuerdo
Habrá un nuevo “Al Lado de las Aguas”
Que la tierra y el cielo superen
Feliz y bendito ese hombre ha de ser
Que dará inmortalidad a sus lagrimas
Vuestras lagrimas sagradas de dos mil anos.
De Yehoash, seudónimo de Solomon Bloomgarten.
Amor a mi Pueblo
Conozco una flor que crece y florece
Sin lluvia o rocío
No necesita sol o aire
Prospera en tristeza y dolor
Crece en tormentas y nieve
Cuando las otras flores mueren
La tormenta le da fuerza y sabia
Brillo y fragancia
Cuando rayos y truenos chocan
Y los grandes árboles caen
Levanta la cabeza, refrescada y brillante
Toda ella radiante
La flor es el amor a mi pueblo
Florece en la tormenta
Toma la sabia del sufrimiento
Y la fría explosión cuida su calor.
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