Una mirada filosófica sobre una pregunta tan profunda como histórica; cuáles son los argumentos racionales a favor y en contra
Es, quizá, una de las cuestiones más profundas y comunes a las que nos enfrentamos los hombres: ¿existe acaso un ser diferente y superior a nosotros? ¿Estamos aquí por simple accidente o alguien nos creó? La pregunta por la existencia de dios es tan central que algunos incluso creen que nos ha sido impuesta desde antes de nacer o que tenemos una inclinación hacia ella.
En el siglo III antes de Cristo Epicuro formuló una famosa paradoja: ¿por qué pensamos que existe un dios bondadoso y justo si el mundo está lleno de injusticias? Sabemos como un hecho que existe el mal, lo vemos a diario en nuestra vida y en el mundo. Si creemos que existe dios, entonces quedan dos opciones: o dios no puede combatir el mal y por tanto no es omnipotente -no es un dios- o bien dios permite el mal y es por consiguiente, malvado, por lo tanto, tampoco es el dios en el que creemos.
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