Pesar del Papa por la muerte del cardenal Geraldo Majella Agnelo

Pesar del Papa por la muerte del cardenal Geraldo Majella Agnelo

En un telegrama, Francisco expresó su tristeza por el fallecimiento del cardenal brasileño, ocurrido el 26 de agosto, y recuerda los numerosos cargos que desempeñó al servicio de la Iglesia.

Con profundo dolor el Papa Francisco recibió la noticia del fallecimiento del cardenal brasileño Geraldo Majella Agnelo, ocurrido el sábado 26 de agosto a los 89 años, en Londrina, en el Estado de Paraná. Así lo dice un telegrama dirigido al cardenal Sérgio da Rocha, arzobispo metropolitano de San Salvador de Bahía y primado de Brasil, en el que el Santo Padre expresa sus condolencias y en el que asegura elevados sufragios al Señor "por el eterno descanso del venerado prelado".

"Mis oraciones -continúa Francisco- son también de gratitud a Dios por los largos años de servicio dedicado a la santa Madre Iglesia, guiado siempre por el celo apostólico en las diversas misiones que le han sido confiadas como obispo de Toledo, arzobispo de Londrina, secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y, finalmente, arzobispo primado de Brasil y presidente de la Conferencia Episcopal".

Luego, el Papa envió al arzobispo Sergio "y a todos los que se unen en oración por el descanso eterno" del difunto cardenal su bendición apostólica como "promesa de consuelo y esperanza en la vida eterna".

El cardenal Majella

Falleció el 26 de agosto a los 89 años en la ciudad de Londrina (Brasil). El purpurado que residía en esa ciduad desde 2014, vio deteriorada su salud en el último mes de diciembre como consecuencia de un derrame cerebral.

La misa de exequias, está prevista para el lunes 28 a las 10 de la mañana, para después ser enterrado en la cripta de la catedral de Londrina.

Nacido en Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, el 19 de octubre de 1933, fue ordenado presbítero el 29 de junio de 1957. Doctor en Teología con especialización en Liturgia por el Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma, fue Decano de la Facultad de Teología de São Paulo.

Fue nombrado obispo de la diócesis de Toledo, en el estado de Paraná, el 5 de febrero de 1978, siendo ordenado el 6 de agosto del mismo año. El 4 de octubre de 1982 fue nombrado arzobispo de Londrina, donde permaneció hasta ser nombrado secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 16 de septiembre de 1991.

El 13 de enero de 1999 fue nombrado arzobispo de San Salvador. Creado cardenal el 21 de febrero de 2001 y aceptada su renuncia como arzobispo de San Salvador el 12 de enero de 2011.

Condolencias de la Presidencia de la CNBB

La presidencia del episcopado brasileño (CNBB) emitió una nota de condolencias, dirigida al cardenal Sergio da Rocha, arzobispo de San Salvador en la que muestran su solidaridad con dicha arquidiócesis y su familia. En el texto aparece el agradecimiento a Dios por su episcopado en el “que entregó su vida a la Iglesia en Brasil y en el mundo”, destacando de su personalidad “su amabilidad y su virtud de crear lazos de amistad y comunión entre las personas”.

En la nota se reconoce que “su vida estuvo marcada por un gran amor a la Iglesia y una dedicación continua a las cosas de la Iglesia, al servicio de la fe y al testimonio de vida cristiana”, resaltando su “gran celo por la Liturgia, por la buena formación de los sacerdotes y del pueblo católico y por la fidelidad sin reservas al Papa y a la Iglesia. Fue intérprete de la correcta reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II”.

Igualmente le agradecen su dedicación a la CNBB como presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia de 1983 a 1987, como vicepresidente del Regional Sur 2 de la CNBB, y haber sido presidente de la CNBB de 2003 a 2007. Visto como “un humilde servidor del Evangelio”, la Presidencia de la CNBB ruega a Dios “que consuele los corazones de sus amigos, fieles y familiares y que conceda a nuestro hermano la gloria del descanso eterno y de ser exaltado en el cielo”.

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