Pedido al Papa por los estudiantes de México

Los familiares solicitaron una audiencia y que interceda en el caso

 Los desesperados padres de los 43 estudiantes mexicanos presumiblemente masacrados en septiembre pidieron que el papa Francisco los reciba y que interceda para que las autoridades hallen a sus hijos, tras una misa celebrada anteayer por el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre.

"El Papa siente el dolor que están pasando y les pide que no pierdan la esperanza", dijo Pierre a los padres, durante la misa efectuada en la escuela de Ayotzinapa (Guerrero, sur) donde los jóvenes se formaban para ser maestros rurales.

Portando grandes retratos de sus hijos y carteles en los que se leían frases como "¿Dónde estás hijo? Te sigo esperando", los familiares escucharon con lágrimas en el rostro la misa celebrada en la cancha de básquetbol de la escuela.

"La Iglesia estará apoyando en la búsqueda de sus hijos desaparecidos porque saben que los padres se han acercado a ella", añadió el nuncio apostólico, que estuvo acompañado de los obispos de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, y de Chilpancingo (capital de Guerrero) y Chilapa, Alejo Zavala Castro.

Posteriormente, en una reunión con Pierre, los padres pidieron "que el Papa los reciba en audiencia", dijo Abel Barrera, activista del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, solidaria con la causa de los estudiantes.

Además, cada uno de los padres entregó al nuncio una carta dirigida al Sumo Pontífice, "para que exija al gobierno que presente a sus hijos" y para que en su mensaje de Navidad ore por su causa.

"Por supuesto lo voy a transmitir al Santo Padre, no puedo decir más por el momento", dijo Pierre tras el encuentro.

Los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala (Guerrero), a 125 kilómetros de Ayotzinapa y 200 kilómetros de Ciudad de México, después de ser baleados por policías locales corruptos.

La investigación de la fiscalía general, basada en declaraciones de pistoleros detenidos, apunta a que los policías entregaron después a los jóvenes a sicarios del cártel Guerreros Unidos, que los habrían asesinado e incinerado sus cadáveres. Sin embargo, por el momento sólo han sido identificados los restos de uno de los estudiantes.

Los padres convocaron a una nueva marcha en Ciudad de México para pasado mañana, cuando se cumplan tres meses del brutal crimen, que mantiene conmocionado al país y ha detonado la peor crisis para Enrique Peña Nieto desde que asumió la presidencia, a fines de 2012.

INVESTIGACIÓN

En tanto, ayer se informó que la fiscalía mexicana interroga desde el viernes al alcalde de Cocula (sur), la localidad donde habrían sido masacrados 43 estudiantes en septiembre, pero aún no define si será detenido.

El alcalde César Miguel Peñaloza se encuentra en instalaciones de la fiscalía federal desde el viernes, a donde acudió "por voluntad propia" después de que fuera citado "por segunda ocasión para que declare en relación a los hechos de Iguala", dijo una fuente que pidió guardar el anonimato.

La investigación de la fiscalía apunta a que, después del ataque en Iguala, los 43 estudiantes fueron entregados por policías corruptos de Cocula a sicarios del cártel Guerreros Unidos..

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