El patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, presidió ayer la misa de Resurrección de Jesucristo en la basílica del Santo Sepulcro, adonde acudieron cientos de peregrinos y donde recordó a los olvidados, a los enfermos, ancianos y refugiados, y a los afectados por la guerra y la violencia, e hizo una mención especial a los familiares de las víctimas de los atentados terroristas recientes en Bélgica. “Que la esperanza de la Resurrección pueda curar las heridas y los corazones rotos”, pidió.
“El dolor por esta tragedia perfora todos nuestros corazones en todo el mundo", aseguró, y expresó su deseo de que la esperanza de la Resurrección pueda curar "las heridas y los corazones rotos" de las personas afectadas por los atentados en la capital belga.
“Esta celebración es para ustedes que aún pueden vivir la gracia de la Semana Santa, pero no en todos lados hay buenas noticias a raíz de políticas irreflexivas y el fanatismo ciego", advirtió.
En la homilía, monseñor Twal destacó que "después de un doloroso Viernes y un silencioso Sábado, la luz del Domingo de Pascua brilla de nuevo y la alegría estalla con la ruptura de un nuevo día".
"Hoy el Señor nos invita a enterrar nuestros deseos mundanos, nuestras divisiones, hostilidades, falte de fe y amor, y nuestros egoísmos en su tumba, para poder renacer y ascender con una nueva vida, una vida de misericordia", agregó.
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