«Para el Papa el motivo del Jubileo no son las multitudes oceánicas sino la misericordia»

«Para el Papa el motivo del Jubileo no son las multitudes oceánicas sino la misericordia»

Entrevista de la Radio Vaticana con el Sustituto de la Secretaría de Estado Angelo Becciu sobre 2015 de Francisco: el Sínodo, la reforma de la Curia, «vatileaks» y los cristianos perseguidos

Por IACOPO SCARAMUZZI

El Papa «no está preocupado por las multitudes oceánicas, sino porque cada quien pueda tener la manera y las facilidades para experimentar la bondad, el amor misericordioso de Dios» durante el Jubileo de la Misericordia. Lo afirmó el arzobispo Angelo Becciu, Sustituto de la Secretaría de Estado, que en una entrevista con la Radio Vaticana sobre el año del Pontífice que está concluyendo recordó, entre otras cosas, que Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, periodistas italianos imputados en el proceso «vatileaks» 2, «tienen todo el derecho de publicar las noticias que reciben», pero el debate en el Tribunal del Estado Pontificio pretende aclarar la «manera en la que recibieron estas noticias»; «no es fácil», añadió, introducir el estilo de la sinodalidad en toda la Iglesia, subrayó que Jorge Mario Bergoglio seguirá adelante con la «reforma de la Curia», y recordó que es necesario «no replegarnos sobre nosotros mismos», sino que hay que extender la mirada a los problemas más amplios que afectan a todo el mundo católico, desde la persecución de los cristianos hasta la «descristianización» que «avanza inexorablemente».

Cuando el Papa comunicó a Becciu la intención de convocar el Jubileo, «vi en él tanta alegría, tanta alegría porque estaba y esta consciente de ofrecer al mundo una posibilidad única», afirmó el religioso sardo: la posibilidad de «experimentar la Misericordia de Dios. Y después también haber elegido las diferentes Puertas Santas indica, en el Santo Padre, el deseo de ofrecer a todos (¡a todos!) la posibilidad de usufruir de los beneficios que el Año Santo debe traer. No le preocupan las multitudes oceánicas en Roma, sino que cada quien pueda tener las maneras y la facilidad para experimentar la bondad, el amor misericordioso de Dios». Para Becciu, la decisión del Papa de abrir la Puerta Santa de la catedral de Bangui, en la República Centroafricana, es la imagen clave de este 2015: «El gesto de abrir de par en par esa puerta, que es una puerta simple de una catedral también simple, quiso ser casi un grito, una invocación a Dios Padre, para que concediera la paz a este pueblo que tiene derecho de vivir en paz y no ser objeto de juegos por parte de potencias extranjeras».

¿Después de los dos sínodos en el Vaticano, el estilo sinodal, tan citado por el Papa, está pasando como mensaje en la Iglesia y no solo en su cúpula? «Claro, es un deseo, pero diría que no es fácil», respondió Becciu a Alessandro Gisotti: «No s fácil hacer que pase este mensaje y vivirlo. Pero veo alrededor mucha buena voluntad. Debemos pasar de l mentalidad de una Iglesia de cúpula a una Iglesia de comunión, sabiendo hacer que convivan el aspecto jerárquico y el aspecto de comunión». El Papa «quisiera que cada fiel se sintiera responsable en la fase de elaboración de los documentos o de los momentos de decisión». En cuanto a la reforma de la Curia, Francisco «está convencido de seguir adelante con la reforma, la reforma de la Curia. Está convencido y está marcando ritmos importantes. Pero al mismo tiempo, no haríamos justicia al Papa si diéramos que su única preocupación es la de la reforma de la Curia. él tiene la mirada sobre el mundo entero y hay muchos otros problemas. Nos damos cuenta, saliendo de nuestros palacios, de cómo el mundo necesita ser evangelizado: la descristianización inexorablemente y vemos que los valores de la Iglesia son puestos en dificultades y no se quiere hablar de ello. ¡Todo esto preocupa al Papa! Y no falta tampoco la preocupación por los cristianos perseguidos en el mundo entero. Sí, preocupémonos por reestructurar la Curia, pero tratemos de no replegarnos demasiado sobre nosotros mismos, extendamos la mirada hacia el mundo entero y sintamos la urgencia de difundir la Palabra de Dios».

Mons. Becciu también se expresó sobre la fuga de documentos reservados del Vaticano («vatileaks» 2), y subrayó que, por una parte «ha sido una historia que ha hecho sufrir mucho al Papa», pero, «al mismo tiempo, no lo plegó: es más, nos ha dado un ejemplo de serenidad, de valentía y nos ha comunicado también la necesidad y la voluntad de seguir adelante, de no dejarse condicionar por casos negativos que suceden a nuestro alrededor y sobre todo por esta historia que sucedió». Además, continuó Becciu, «quisiera precisar que las dos personas acusadas de haber difundido los documentos faltaron a la confianza del Papa, pero también al compromiso, que habían asumido bajo juramento, de mantener secretos los documentos que habrían tenido en las manos. También hay dos periodistas acusados de haber difundido las noticias de manera incorrecta. Sobre este punto me gustaría aclarar lo siguiente: los periodistas tienen todo el derecho de publicar las noticias que reciben. porque en estos últimos tiempos han acusado al Vaticano de oscurantismo y de utilizar métodos inquisitoriales. No se trata de poner en discusión su derecho de difundir noticias, sino que hay dudas sobre el método, sobre la manera en la que recibieron las noticias. Hay un proceso en curso, el proceso aclarará estas dudas».

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