El Papa proclama que "nadie es excluido de la misericordia de Dios"

Francisco asegura que "la misericordia de Dios es más fuerte que nuestras divisiones"

Por José Manuel Vidal

Audiencia del Papa Francisco en el aula Pablo VI. En su catequesis, centrada en la misericordia aplicada a la Semana de oración por la Unidad de los cristianos, Bergoglio lamenta que "no seamos todavía un pueblo plenamente unido", pero asegura que la misericordia de Dios, "de la que nadie está excluido", es "más fuerte que nuestras divisiones".

Lectura de la primera carta de San Pedro: "Sois un linaje elegido, una nación santa, pueblo de Dios. Ahora, en cambio, sois el pueblo de Dios. En un tiempo estábais excluidos de su misericordia; ahora, en cambio, tenéis su misericordia".

Algunas frases de la catequesis del Papa

"En la semana de la oración por la unidad de los cristianos. Esta semana" 

"La lectura del pasaje de la carta de San Pedro ha sido elegida por un grupo ecuménico de Letonia" 

"El bautismo constituye el vínculo sacramental de la unidad" 

"Invitados a descubrir todo esto, yendo más allá de nuestras divisiones" 

"Compartir el bautismo significa que todos somos pecadores y necesitamos ser salvados del mal" 

"Todos nosotros, católicos, protestantes y ortodoxos compartimos la experiencia de ser llamados de las tinieblas al encuentro con Dios vivo, lleno de misericordia" 

"Todos tenemos experiencia del egoísmo" 

"El bautismno es la fuente de la misericordia" 

"Nadie es excluido de la misericordia de Dios" 

"Todos, en virtud del bautismo, podemos considerarnos hermanos" 

"No somos todavía un pueblo plenamente unido" 

"La misericordia de Dios es más fuerte que nuestras divisiones" 

"Compartir las obras de misricordia corporales y espirituales" 

"Todos los cristianos, por la gracia del bautismo, hemos obtenido la misericordia de Dios" 

"Todos formamos un sacerdocio real y una nación santa. Y tenemos una misión común: transmitir la misericordia recibida a los demás, partiendo de los pobres y abandonados" 

"Lleva la misericordia del Padre a toda la tierra"

Texto completo de la catequesis del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hemos estuchado el texto bíblico que este año guía la reflexión en la Semana de Oración para la unidad de los cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero. Esta semana. Tal pasaje de la Primera Carta de san Pedro ha sido elegido por un grupo ecuménico de Letonia, encargado por el Consejo Ecuménico de las Iglesias y por el Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos.

Al centro de la catedral luterana de Riga hay una fuente bautismal del siglo XII, el tiempo en que Letonia fue evangelizada por san Meinardo. Aquella fuente es un signo elocuente de un origen de la fe reconocida por todos los cristianos de Letonia, católicos, luteranos y ortodoxos. Tal origen es nuestro Bautismo común. El Concilio Vaticano II afirma que «el Bautismo constituye el vínculo sacramental de la unidad vigente entre todos aquellos que por medio de él han sido regenerados» (Unitatis redintegratio, 22). La Primera Carta de Pedro está dirigida a la primera generación de los cristianos para hacerlos conscientes del don recibido con el Bautismo y de las exigencias que implica. También nosotros, en esta Semana de Oración, estamos invitados a redescubrir todo esto, y a hacerlo juntos, yendo más allá de nuestras divisiones.

En primer lugar, compartir el Bautismo significa que todos somos pecadores y tenemos necesidad de ser salvados, redimidos, libertados del mal. Es este el aspecto negativo, que la Primera Carta de Pedro llama «tinieblas» cuando dice: «[Dios] los ha llamado fuera de las tinieblas para conducirlos a su admirable luz». Esta es la experiencia de la muerte, que Cristo ha hecho propia, y que es simbolizada en el Bautismo al ser sumergidos en el agua, y a la cual sigue el resurgir, símbolo de la resurrección a la nueva vida en Cristo. Cuando nosotros cristianos decimos que compartimos un solo Bautismo, afirmamos que todos nosotros -católicos, protestantes y ortodoxos- compartimos la experiencia de estar llamados de las tinieblas feroces y alienantes al encuentro con el Dios vivo, pleno de misericordia. Todos de hecho, lamentablemente, tenemos experiencia del egoísmo, que genera división, cerrazón, desprecio. Volver a partir del Bautismo quiere decir reencontrar la fuente de la misericordia, fuente de esperanza para todos, porque ninguno está excluido de la misericordia de Dios, ninguno está excluido de la misericordia de Dios.

El compartir esta gracia crea un vínculo indisoluble entre nosotros los cristianos, así que, en virtud del Bautismo, podamos considerarnos todos realmente hermanos. Somos realmente pueblo santo de Dios, aunque si, a causa de nuestros pecados, no somos todavía un pueblo plenamente unido. La misericordia de Dios, que actúa en el Bautismo, es más fuerte de nuestras divisiones, es más fuerte. En la medida en que recibimos la gracia de la misericordia, nosotros nos transformamos siempre más plenamente en pueblo de Dios, y nos transformamos también en capaces de anunciar a todos sus obras maravillosas, precisamente a partir de un simple y fraterno testimonio de unidad. Nosotros cristianos podemos anunciar a todos la fuerza del Evangelio comprometiéndonos a compartir las obras de misericordia corporales y espirituales. Este es un testimonio concreto de unidad.

En conclusión, queridos hermanos y hermanas, todos nosotros cristianos, por la gracia del Bautismo, hemos obtenido misericordia de Dios y hemos sido recibidos en su pueblo. Todos, católicos, ortodoxos y protestantes, formamos un sacerdocio real y una nación santa. Esto significa que tenemos una misión común, que es aquella de transmitir la misericordia recibida a los otros, comenzando por los más pobres y abandonados. Durante esta Semana de Oración, rezamos para que todos nosotros discípulos de Cristo encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre a cada parte de la tierra. Gracias. 

Texto completo del saludo del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas:

El texto de la primera carta de san Pedro que hemos escuchado, centra la reflexión de la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos. El Apóstol se dirige a la primera generación de fieles para que tomen conciencia del don que han recibido por el bautismo. Del mismo modo, todos nosotros, durante esta Semana de Oración, estamos llamados a redescubrir nuestro bautismo, y a hacerlo juntos todos los cristianos, católicos, protestantes y ortodoxos, dejando atrás lo que divide.

Compartir el Bautismo significa que todos somos pecadores y que necesitamos la salvación que Dios nos ofrece, todos experimentamos la misma llamada a salir de las tinieblas e ir al encuentro de Dios lleno de misericordia. Precisamente en el bautismo, nos sumergimos en la fuente de la misericordia y de la esperanza, de la que nadie está excluido, esta experiencia de gracia crea un vínculo indisoluble entre los bautizados, de modo que nos consideremos realmente hermanos y miembros de un solo pueblo de Dios, capaz de anunciar las maravillas que él ha obrado a partir del testimonio sencillo y fraterno de la unidad, así como del compromiso mutuo de poner en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales, realizando así nuestra común misión de transmitir a los otros la misericordia que hemos recibido, empezando por los pobres y abandonados.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. En esta Semana de Oración pidamos que todos los discípulos de Cristo encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre a cada rincón de la tierra. Que Dios los bendiga.

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