Pocas horas después del peor naufragio en el Mediterráneo de inmigrantes clandestinos, que causó la muerte de 700 africanos, el Papa Francisco expresó "mi más sentido dolor" y pidió a la comunidad internacional que actúe" con decisión y prontitud" para evitar nuevas tragedias".
Ya ayer, en su encuentro con el presidente de Italia en el Vaticano, Jorge Bergoglio volvió a urgir a los países europeos y a la comunidad internacional para que actúen sin demora, a la vez que agradeció el esfuerzo continuo de los italianos, que han sido dejado solos en el salvamiento y la gestión dramaticos de los migrantes.
Francisco recordó tras recitar el "Regina Coeli" desde la ventana del tercer piso del palacio Apostólico, por la que se asoma los domingos al mediodía a la multitud reunida en la plaza de San Pedro, que los desesperados que huyen por las costas nordafricanas "son hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras que buscan una vida mejor. Buscaban la felicidad".
El "Regina Coeli" es un rezo en latín que en Pascua sustituye el tradicional Angelus.
A las decenas de miles de fieles congregaos en la plaza de San Pedro, el Papa argentino los invitó a "orar en silencio primero y después todos juntos por estos hermanos y hermanas" desaparecidos en el canal de Sicilia".
"Expreso mi profundo dolor frente a unaa tragedia como ésta y aseguro a los desaparecidos y sus familias el recuerdo de mi oración", concluyó .
Ayer, ante el presidente italiano Sergio Mattarella, a quien recibió en audiencia, dijo después de nuevas noticias luctuosas de otros dos naufragios que causaron 450 ahogados, que "las proporciones del fenómeno requiieren una impicación más amplia". "No debemos cansarnos de solicitar un empeño más extenso a nivl europeo e internacional".
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